19 de marzo de 2009

La Ley del Hombre: Torat ha-Adam

Aprovechando que nadie está leyendo el blog, quiero contarles acerca de un curioso sueño de Iosef -al final del post transcribo el pasaje de la Torah- en el que habla 'que el sol, la luna y once estrellas se inclinaban ante él'.
Iosef -יוסף- fue uno de los doce hijos de Iaacov, y su madre fue Rajel.
Pero... ¿Cuál era el significado de esas 11 estrellas?
La interpretación tradicional nos dice que eran las restantes once Tribus de Israel (Rubén, Dan, Gad, Simeón, Benjamín, Neftalí, Aser, Leví, Judá, Isacar y Zabulón.
Pero la Kabbalah -en otros Textos un poco menos accesibles- proponen que se estaba refiriendo a los planetas...
Veamos:
Con Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno tenemos 7, no contando la Tierra, por supuesto.
Sumemos Plutón, el planeta enano, que se descubrió en 1930, y llegamos a 8.
Y los tres que nos faltan -los objetos transneptunianos- para completar la lista del sueño de Iosef, se descubrieron mucho después, recién hace unos años: Haumea, Eris y Makemake.
...
El Ramban -רמב"ן, Rabbi Moshe ben Nahman- (42:9) nos explica detalladamente que Iosef sabía que sus sueños no eran simplemente sueños, sino verdaderas visiones proféticas.
Bueno, la palabra hebrea para definir a un profeta es -נביא- o sea nabí.
'Los Nevi'im' -נְבִיאִים, profetas- es la segunda de las tres partes en que se divide el Tanaj; luego de la Toráh, antes de los Ketuvim.
...
Las profecías son eventos que no están ligados al razonamiento, sino que resultan de una inspiración de origen divino.
Bueno, quienes consideran que la ciencia tiene el monopolio del conocimiento, no son -para mí- más que unos incrédulos subjetivos que se están perdiendo la mejor parte del banquete.

Libro del Génesis - Parasha Vaieshev 37 / 1:13

Iaacov se estableció en la tierra donde residió su padre, en la tierra de Canaán.
Éstas son las crónicas de Iaacov: Iosef, a la edad de diecisiete años, era pastor del rebaño junto con sus hermanos, era un joven con los hijos de Bilá y los hijos de Zilpá, mujeres de su padre; y Iosef traía a su padre malos informes acerca de ellos. Israel amaba a Iosef más que a todos sus hijos, ya que era el hijo de su ancianidad, y le hizo una túnica tejida. Sus hermanos vieron que era a él a quien su padre más amaba entre todos los hermanos, y lo odiaron; y no podían hablar con él pacíficamente. Iosef soñó un sueño que contó a sus hermanos y ellos lo odiaron aún más. Les dijo: 'Oíd, por favor, el sueño que soñé: He aquí que estábamos atando gavillas en medio del campo cuando he aquí que mi gavilla se alzó y se quedó parada; y entonces, he aquí que vuestras gavillas se reunieron y se inclinaron ante mi gavilla'.
Sus hermanos le dijeron: '¿Acaso reinarás sobre nosotros? ¿Acaso nos dominarás?'.
Y lo odiaron aún más, a causa de sus sueños y a causa de sus palabras.
Tuvo otro sueño, y se lo narró a sus hermanos. Y dijo: 'He aquí que tuve otro sueño: He aquí que el sol, la luna, y once estrellas se inclinaban ante mí'.
Y se lo narró a su padre y a sus hermanos; su padre lo regañó, y le dijo: '¿Qué es este sueño que has soñado?
¿Acaso yo y tu madre y tus hermanos habremos de inclinarnos ante ti?'


13 comentarios:

José Luis dijo...

A riesgo de herir algún sentimiento, pero de ninguna manera siendo esa la intención... ¿no hubiera sido más fácil si la revelación hubiera dicho "hay once planetas orbitando alrededor del sol", y punto? Se hubieran ahorrado varias muertes de esa manera, varias persecuciones.

Estas interpretaciones post-facto, y una vez que los hechos científicos están claros, no me parecen "conocimiento" sino deseos de ajustar lo mágico a lo fáctico. Asimismo, el número de 11 es discutible, ya que hay varios objetos trans-neptunianos que te pueden llevar el número a varios más, de acuerdo a lo que convengas que contás como un planeta o no.

No obstante todo esto, Raquel, de no creer en profecías, ni en profetas, ni en milagros, ni en dioses de ningún tipo, comento por si acaso que el mundo, cuando le sacás lo mágico, no pierde ni un poco de magia. Por más que uno piense que no hubo Creación y que conozca el fenómeno de scattering que hace que la atmósfera brille en azul y que los atardeceres se vean rojos, los ocasos siguen clavándolo a uno a mirar el horizonte emocionado, hipnotizado.

Saludos,
JL

Klaus Pieslinger dijo...

Mi soñador favorito es Jacob con su escalera de ángeles que suben y bajan. Es éste el mismo Iaacov, padre de Josef... esposo de Rajel?

Klaus Pieslinger dijo...

La ventaja de la ciencia es que en general el experimento es repetible, lo que sería el caso si otros soñaran lo mismo en las mismas condiciones, o que se enumere cuántos de esos sueños se verificaron y cuántos no.
La desventaja de la creencia es que muchos han forzado los hechos posteriores para tratar de justificar sus profecías.

Klaus Pieslinger dijo...

Mientras ponía lo anterior me acordé que en mi temprana adolescencia consumía escritos sobre -por ejemplo- la Gran Pirámide, donde el audaz autor había correlatado las dimensiones de cierto pasillo con eventos históricos; al final del pasillo había dos partes con techo bajo donde debia uno arrastrarse, y "coincidían" con las dos guerras mundiales. Convenientemente el pasillo "terminaba" después de eso, y el autor aseveraba el fin del mundo o cosas de ese tono.
Perdón por la disgresión!!

Rāḥēl Reznik dijo...

José Luis:
No hay riesgo de que me hieras, y espero no herirte a vos.
En Hiljot Isodé Hatorá se describieron y se enumeraron detalladamente las órbitas de los planetas, muchísimo tiempo antes que la ciencia las definiera.
¿quién es el interpreta post-facto?
Creo que tus conclusiones son apresuradas, y -con buena onda- me animo a decir producto del desconocimiento, o que en todo caso disponés de información deficiente.
La esencia de todo ser vivo es el nefesh que le otorgó D-os. Los conocimientos adquiridos por el nefesh del hombre, son la esencia del hombre que llegó a un grado superior de sabiduría.
Los arcanos de la Torá explican perfectamente por qué las cosas no se expresaron como 'hay once planetas orbitando alrededor del sol': en ese momento los hubieran quemado vivos si le decían eso al pueblo, por eso exhortaron los antiguos sabios a no predicar sobre estos temas en publico, sino en forma particular, una vez comprobada de antemano la erudición y capacidad deductiva del aprendiz. Abordando el asunto en forma indirecta, transmitiéndole un extracto de estos temas en forma alegórica, comprendiendo el estudiante con su propia capacidad, la integridad y profundidad de la materia. Estos temas son muy complejos, difíciles y profundos, y no todos estaban entonces capacitados para comprenderlos. En alusión a ellos dijo el Rey Salomón metafóricamente 'los corderos son para tus vestidos' (Proverbios 27:26), lo cual fue explicado por los sabios: 'Aquellas cosas ocultas del universo, sean para tu vestimenta', es decir, solo para ti, y no para disertar sobre esos temas en público. Sobre ellos dijo: 'Serán tuyos solamente, y no de los extraños juntamente contigo' (Proverbios 5:17), y agregó: 'Leche y miel debajo de tu lengua' en el Cantar de los Cantares 4:11) que los sabios lo explicaron como: 'aquellas cosas que son como la miel y la leche, que estén debajo de tu lengua'.

Quiero decir que existen distintos niveles de verdades, pero creo que tus fuentes no califican, y que por eso tus conclusiones son erróneas.
Porque hasta yo, que soy maestra de la Torah, hay cosas que aún no las entiendo bien, por no tener un completo acceso a ciertos Textos, debido a mi edad.
...
Hoy no tiene sentido mantener esos 'secretos', y por eso mis post, que en general reconozco que son tan imperfectos que casi nadie los entiende.

La Toráh (como BlogBis) no lamenta decir 'te lo dije'.

:)

Sine Metu dijo...

Hay teorías que dicen que los sueños (la mente) no predicen el futuro, sino que lo crean.

Carlos dijo...

Raquel, si mal no recuerdo de mis (muy) superficiales lecturas sobre la Kabbalah, los Sephiroth del Arbol de la Vida (Otz Chiim) son diez, pero al agragarle Daath, el ”Sephira que no es un Sephira“, suman once como las estrellas del sueño.

Rāḥēl Reznik dijo...

Exacto:
Kether, Chokmah, Bináh, Chesed, Gevurah, Tiohareth, Netzach, Hod, Yesod, Malkuth, y Dá'at -דעת-, la sabiduría, la Sephirah invisible, o 'el abismo'.
:)

Sine Metu dijo...

Que duerman bien.

Maria dijo...

El delirio diario. Hoy: Sabios judios conocian, miles de años antes de ser expuestas por Kepler, las leyes de movimiento planetario.
Jose Luis rendite no insistas. Miles de años de conocimiento antropologico, cultural y cientifico no pueden contra el delirio insondable de esta demente delirante.

Rāḥēl Reznik dijo...

No quiero borrar el comentario anterior:
Miles de años de conocimiento antropológico, cultural y científico no hay podido evitar que María esté convencida que insultar es algo bueno, y que tiene el derecho a visitar un blog ajeno para agraviar a una de sus autoras, porque no piensa como ella.

José Luis dijo...

María, igual que vos, yo no creo en conocimientos de otro origen que no sea humano, y que Kepler fue el primer ser de nuestra especie que vislumbró lo que realmente pasaba con los planetas.

Sin embargo, no comparto el tono de tu comentario. A pesar de que en varias cosas estoy en las antípodas de su ideario, Raquel es una de las pocas personas con las que me es un gusto discrepar y debatir. Inclusive en temas espinosos y que usualmente llevan a pasiones y puteadas que van y vienen, ella mantiene la línea y el respeto. Ojalá hubieran más "dementes" como ella.

Carlos dijo...

Hay mucha gente que no sabe debatir ideas sin insultar. Basta comparar los comentarios de lectores en los diarios argentinos con los de otros países para comprobar que la intolerancia y falta de clase forman parte del "ser nacional"