20 de marzo de 2009

Pónselo, póntelo

Lástima que dentro de 200 o 300 años, cuando se acuerden de pedir perdón, ninguna de sus víctimas ni los hijos de sus víctimas ni los nietos de sus víctimas va a estar ahí para decirles no, por qué, ahora paguen y, sobre todo, dejen de mentirnos, señor Papa, que cada vez más gente sabe cosas y la Fórmula cada vez funciona menos.

Martín Caparrós en Crítica Digital (Argentina)


Siguen los ataques a Benedicto XVI por sus declaraciones en contra del uso del preservativo.

La Iglesia Católica es una institución que llega a casi todos los confines del mundo. Pero sin embargo tiene muy poco poder real efectivo.

La Iglesia Católica no tiene ejércitos, ni poderes legales fuera de los límites del Vaticano. Su influencia potencial sobre cientos de millones de seres humanos es enorme, pero sólo lo logra a través de la palabra, no de la coacción.

Es imposible comparar la actitud del Papa actual con la de aquel Papa que persiguió a Galileo, como isinúa Caparrós.

Ahora el Papa sólo tiene el poder de la palabra, muy inferior al poder que detentan la mayoría de los gobiernos del mundo.

¿Por qué, entonces, atacarlo de esta forma?

¿No será, quizá, que su posición no se lleva bien con lo que imponen las normas y costumbres actuales?

No estoy de acuerdo con la postura del Papa. Pero prefiero mil veces una voz opositora que la imposición uniformizante de lo políticamente correcto..

4 comentarios:

Klaus Pieslinger dijo...

¿Por qué, entonces, atacarlo de esta forma?
La respuesta la pusiste una líneas antes:
La Iglesia Católica no tiene ejércitos, ni poderes legales fuera de los límites del Vaticano. (...) Ahora el Papa sólo tiene el poder de la palabra, muy inferior al poder que detentan la mayoría de los gobiernos del mundo.
Para los tipos de la calaña de Caparrós es común pegarle al débil, especialmente si aparenta ser fuerte o supo ser fuerte hace tiempo, es divertido porque los idiotas que lo consumen están anclados en el pasado.
No esperemos que diga algo contra los dinamiteros locos del desierto, por ejemplo...

raúl dijo...

Los artìculos de caparròs son intolerantes y agresivos. Me resultan muy desagradables. Se puede disentir con altura y sin recurrir a falacias y golpes de efecto, como hace este tipo. Coincido con Jorge, no estoy de acuerdo con lo del Papa, pero hay formas màs civilizadas de disentir que la que utiliza este sujeto, que me recuerda lo del post sobre el ateìsmo militante. No soy religioso, pero me revientan los ataques cada vez màs feroces a la gente que tiene fe.

Carlos dijo...

Las religiones, que parten de la base de que están defendiendo verdades, no se mueven por las encuestas, la presión de la prensa o lo que piense la opinión pública. Estar de acuerdo o no es una cosa ( yo estoy de acuerdo en algunas cosas y en desacuerdo en otras), pero tratar de influir para que la Iglesia -y sobre todo por boca del Papa-, acepte el uso de preservativos, el divorcio, el aborto, etc. es ridículo y Caparrós lo sabe bien pero tiene ganas de agredir.

Mario dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.