Schuld und Sühne

Los médicos del hospital público de Pernambuco donde había ingresado la pequeña de 9 años por dolores de cabeza, mareos y vértigo a fines de febrero, no tardaron en descubrir las razones de sus molestias.
La niña –que se hallaba en estado de desnutrición, pesaba 36 kilos y medía sólo 1,33- estaba en su quinto mes de embarazo y la ecografía indicó que se trataba de gemelos.
Cuando se le informó de su estado, la pequeña contó que era abusada sexualmente por su padrastro Jailson José Silva, de 23 años.
El hombre fue detenido y no sólo reconoció su crimen; confesó además que también violentaba a la hermana mayor de la pequeña embarazada, una adolescente de 14 años con deficiencia mental.

Terra

Bueno, no cito la noticia por todo lo que sucedió después -el tema de la excomunión y esas cosas- sino porque fue un hecho ampliamente publicitado y creo que todo el mundo se enteró.
Casos similares suceden a diario, en todas partes, así que no es más que un ejemplo que aprovecho porque tuvo una gran difusión.

Lamentablemente, lo que después hizo o dejó de hacer un cura a la gente le pareció más importante.
Pero el motivo de mi post es otro.
El autor del hecho aberrante fue detenido, y confesó haber cometido otros crímenes similares.
Seguramente, de ser encontrado culpable luego del juicio, será condenado.
Pasará unos años -muchos o pocos- encerrado en una cueva inmunda donde seguramente será sometido a atroces vejámenes, convivirá con peores que él, y todo lo demás que podemos imaginarnos y que no es necesario detallar.
Si sobrevive a la cárcel -para conseguirlo deberá hacerse más salvaje aún- saldrá en libertad.
Y ahí voy.
Porque el estado -que es quien aplica la pena- está haciendo un pésimo negocio.
Este animal seguramente saldrá de la cárcel mucho peor de como entró.
Quiero decir, en términos de peligrosidad, cuando salga es muy posible que sea capaz de cometer crímenes incluso más horrendos.
En ese caso, es muy probable que finalmente vuelva a ser detenido, y se repetirá el absurdo proceso delito-cárcel, mientras el tendal de víctimas alegremente aumenta.
Dicho en otras palabras, el estado, el responsable de la seguridad, gastará dinero de los contribuyentes (incluso el de las víctimas) con el fin mantenerlo encarcelado, para en definitiva empeorar a un degenerado con el triste resultado de haberlo perfeccionado y hacerlo más aberrante de lo que era.
Yo sé que cualquiera puede argumentar que la solución es mejorar las cárceles, transformándolas en centros de re-educación, etc, etc, etc.
Pero todo el mundo sabe que eso no sucederá.
Ningún gobierno hará el esfuerzo presupuestario y de gestión para alcanzar esa transformación, porque el agobio de mantener mínimamente satisfechos a los que están libres es tan grande que les es imposible ordenar ese destino a los siempre escasos recursos.
Por otra parte, a los políticos les importa mucho más hacer proselitismo en las barriadas para conseguir votos, que ocuparse de cómo están los presos.
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Convengamos que un energúmeno que viola a una nena de 9 años es una bestia.
Y no hablo de la madre de la criatura, porque no quiero abundar, pero posiblemente estaba al tanto y consentía el abuso, 'con tal de no quedarse sin el hombre'...

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Bueno, yo desde hace poco en mi nueva casa tengo un perro.
Y si de travieso arruina una planta de mi jardín, le aplico unos azotes.
Pero si llegara a morder a mi sobrino, no dudaría ni un segundo y le pegaría un tiro en la cabeza.
A veces las soluciones a los problemas están al alcance de la mano, y no nos damos cuenta.