19 de abril de 2009

Decadentismo argento


Hace no mucho tiempo que en las paredes del centro de Rosario empezó a proliferar la pintada con stencil de la foto. La idea viene dando vueltas al menos desde la llegada del kirchnerismo al poder en 2003, y con ellos la entronización de los seudointelectuales residuales del nefasto setentismo. Según ellos el golpe del 76 canceló un experimento que estaba llevando a la Argentina por un camino de felicidad y éxito, y la presente situación del ispa sería -sin otros condicionantes- resultado del Golpe. 
Este llorar sobre la leche volcada se repite permanentemente en un país sistemáticamente se niega a hacer borrón y cuenta nueva para plantearse como enfrentar al futuro. 
Así, para la comunidad universitaria todo éxito quedó trunco en el 66 con la Noche de los Bastones Largos. Para los "Peronistas de Perón", el General se llevó a la tumba las posibilidades de instaurar su elusiva "justicia Social", y todo lo que vino después de él es puro requecho falsificado. Para los radicales, antes la gloria era Yrigoyen, o Illia. Ahora que se murió encontraron en Alfonsín un nuevo paradigma retro. 
Los liberales se quedaron en la Argentina del 1880, y lloran la viudez de no encontrar otro Alberdi. 
Pasa lo mismo en todos los campos: los médicos lloran por un Finocchietto, el automovilismo por Fangio. La sociedad en general se regodea en el eterno decadentismo. Y no es nuevo: no por nada Rosas se llamó el "Restaurador",  añorando el orden colonial que la Libertad -súbitamente convertida en un disvalor asociado al caos- había borrado.  
Difícil encontrar un camino a seguir cuando tanta gente se la pasa mirando para atrás. 

4 comentarios:

Carlos dijo...

"Acordaos de la mujer de Lot". Lucas 17:32

Rāḥēl Reznik dijo...

No puedo menos que estar de acuerdo 1000% con este post.
Nuestro problema obviamente es 'mañana' y no 'ayer'.
Me encantó!

Anónimo dijo...

Es la disculpa del ganador inutil. Cuando tu ideologia gana e igual sale todo para el orto tenes que decir que en realidad no es la tuya, que la tuya era como las de antes.
Es despegarse de la responsabilidad. Es decir "con estos ultimos 30 años yo no tuve nada que ver".

Jorge dijo...

como decís en tu post, el pensamiento argentino actual es un tango cantado a coro y en distintos tiempos.