La provincia que Néstor maneja con control remoto tiene un déficit anual proyectado de $ 1.970 millones.
Lo cubren con envíos de la ANSES –que nadie controla–, anticipos de coparticipación y 'transferencias discrecionales'.
Los misteriosos fondos K siguen fuera del país.
La diferencia con los distritos opositores o no alineados con la Casa Rosada es abismal.
De los $ 152 millones previstos en obras para Santa Cruz, el Gobierno ya remitió $ 198,7 millones, el 130% de lo presupuestado.
A Santa Fe le liquidaron el 23%, a la provincia de Buenos Aires el 60% y a San Luis el 11%.
A Santiago del Estero, una de las provincias más pobres del país, le llegó apenas el 18 %.
Crítica
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