Jorge Milton Capitanich meditaba anoche si dejaría su lugar este fin de semana al frente de la lucha contra el dengue en el Chaco.
El gobernador tiene un compromiso asumido con su hija Guillermina.
Antes de que estallara la crisis sanitaria, le había prometido a la chica, estudiante de un prestigioso colegio privado de Belgrano, una gran fiesta por su cumpleaños de 15.
Su familia reservó para este sábado el Tattersall del Hipódromo de Palermo, un salón inaugurado en 1898 caracterizado por ser el centro de los grandes eventos sociales porteños.
La tarjeta de invitación, impresa en plateado en una elegante cartulina negra, incluye una fotografía holográfica de la joven, que al moverse simula saltar de alegría.
La Nacion
Bueno, Capitanich hace bien en festejar en Buenos Aires.
Mirá si lleva a la nena al Chaco, la pica un mosquito, y se contagia el dengue.
3 comentarios:
Estos tipejos no tienen forma de justificar siquiera su existencia.
aca tambien hay mosquitos. Una de las que se contagio, dijo en la radio ayer que habia ido a parque centenario el domingo.
Palermo supuestamente fumigaron, fue lo unico en toda la capital, es una desverguenza...
Al moversela simula saltar de alegría.
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