2 de abril de 2009

Lamentaciones

Multitudes congregadas para despedirse de él, fotos de gente llorando y lamentando su muerte.

O soy un amargo o es ésta una muestra cabal de que el argentino medio está completamente loco.

¿O será, más bien, una cuestión de cholulismo combinado con histeria colectiva?

Puedo entender la pena profunda que sintieron muchos argentinos cuando murieron Eva Perón y Juan Domingo Perón.

Esclavos de sus dádivas, engañados por una supuesta intención benéfica de sus acciones de gobierno, bien podían sentir en el alma el fallecimiento de sus líderes.

También Mammy, la sirvienta de Scarlett O'Hara en "Lo que el viento se llevó", apreciaba y cuidaba mucho a sus amos.

Pero no entiendo qué sienten los argentinos que le deben a Alfonsín como para hacer colas kilométricas para despedirse de él. Cuando dejó el gobierno, víctima de sus propios errores garrafales, ni siquiera podía asomarse a la ventana sin temor a que lo abuchearan.

Tampoco repartió nada, más allá de cajas PAN. Contribuyó a consolidar el regreso de la democracia, pero ésta ya había iniciado su vuelta sobre el reguero de sangre que dejaron cientos de colimbas en las Malvinas. Menos honores han recibido ellos.

Es cierto que de los personajes que le siguieron fue el que pintó ser más honesto y democrático, si olvidamos algunos puntos negros de su gestión al respecto.

Me hace pensar que juzgamos a esta gente más por sus intenciones que por los hechos.

Estoy seguro, sí, de que Alfonsín tenía muy buenas intenciones para su país. Fue menos mezquino en su accionar que sus sucesores. Pero el resultado fue un completo fiasco.

Sin embargo la gente se queda con una imagen platónica del ex presidente. Derramando lágrimas por lo que pudo haber sido y no fue.

Algún día tendremos que aceptar que el camino del progreso de un país no se cimienta con líderes pretendidamente angelicales, sino con personajes que tienen un perfil más crudo y duro que el que las multitudes hoy lloran.

7 comentarios:

Cogito Argentum dijo...

muy buen post, Jorge

choripanboy dijo...

Gracias por su post,
"O soy un amargo o es ésta una muestra cabal de que el argentino medio ...",estaba pensando lo mismo,dormiré mejor la siesta....

Pablito dijo...

Para mí es una muestra de que el pueblo Argentino ha perdido el rumbo y se aferra desesperadamente a referencias que contrastan parcialmente con las alimañas que padece en el poder hoy día.

Un pueblo que tiene mas en claro lo que rechaza que lo que desearía para reemplazarlo.

marisa lopez dijo...

la gente es estupidamente desmemoriada......es increible todo lo que se ve en aras de un tipo que destrozò el pais.

Beto dijo...

Viendo lo de ayer y de hoy creo que hace 30 años me secuestraron unos marcianos que me llevaron a una Argentina paralela de la cual regrese hace unos dias.

Entiendo que alguien de menos de 35 o 40 años piense que Alfonsin fue un heroe porque le vendieron la historia cambiada.

Ahora ver a los nabos grandes saludando por la calle no solo a Alfonsin, sino a la manga de ladrones que lo acompañaron en el gobierno como Nosiglia, Stubrin o Suarez Lastra, fue demasiado.

Lamentablemente se hace cierta la frase "tenemos los gobiernos que nos merecemos".

Ya me veo dentro de unos 20 o 30 años el velatorio de la Yegua y todos lloarando porque se fue una gran estadista.

Frenzo dijo...

Otro post sin rigor ni lógica.

Ejemplo de falta de dominio de la lógica: "O soy un amargo o es ésta una muestra cabal de que el argentino medio está completamente loco." No tiene sentido porque no son mutuamente excluyentes (de hecho, posiblemente sean ambas verdaderas).

Ejemplo de falta de rigor: "Esclavos de sus dádivas, engañados por una supuesta intención benéfica de sus acciones de gobierno, bien podían sentir en el alma el fallecimiento de sus líderes." El peronismo es un fenómeno mucho más complejo que una demagogia simplona. No pueden obviarse en el análisis del peronismo la influencia del corporativismo (algo que inevtó el tío Benito y es más complejo que lo de Mammy o simple "efecto Tío Tom").

Ramiro dijo...

Muy bueno, Jorge. Representa mi sentimiento también.