...
Al no llegar al embarazo, decidieron buscar la fertilización asistida.
En la clínica Reproductive Endocrinology Associates de Charlotte, el doctor Richard Wing descongeló la muestra y comprobó que un tercio del semen revivía y comenzaba a mostrarse activo.
De él se extrajo una porción que fuese viable, y se inyectó en diez ovocitos extraídos de Melanie.
Siete de ellos se convirtieron en embriones y, pasados unos días, los dos más saludables le fueron implantados.
Mientras la mayoría de las parejas llega al embarazo tras varios intentos, los Biblis lo consiguieron en el primero.
Así nació Stella, con 3,500 kilos.
Clarín
Bueno, muy lindo eso del semen congelado 22 años y todo el rollo, pero mataron a los cinco embriones 'menos saludables'.
En lo personal, si para satisfacer mi deseo de maternidad y tener un hijo tengo que matar a otros cinco, lo siento, pero no cuenten conmigo.
4 comentarios:
Sí. Y le implantaron DOS embriones, pero nació uno solo, Stella. La naturaleza (o algún designio divino, para aquellos que así lo crean) también hizo su trabajo de selección, igual que los médicos.
Raquel: que mataron a los otros cinco no está dicho en el artículo, así que ese supuesto corre por cuenta, imaginación y prejuicios de quien lo lea.
José Luis: la naturaleza y/o "designio divino" selecciona en todos los casos, simplemente no había médicos contabilizando cuando te tocó, ni salió en los diarios.
pucha que lastima, no podemos contar con Raquel. La vida ya no tiene sentido.
José Luis: no se trata de la selección natural o de la naturaleza. La manipulación de embriones es un acto deliberado y sofisticado. Los médicos deben curar a los enfermos, y no dedicarse a seleccionar personas.
Klaus: no te entendí bien. El artículo no dice que los mataron. Es cierto, tal vez los congelaron, o los vendieron, o qué se yo. Para lo que quise decir es exactamente lo mismo. Salvo que lo que sucedió es que me quiste decir prejuiciosa e imaginativa, lo cual sabés que no puedo negarlo.
David: no tengo la menor idea del sentido de tu vida. Lo único que estoy segura es que yo no tengo nada que ver.
Publicar un comentario