29 de abril de 2009

Penoso

En los mismos días en que la destitución de Carlos Lage y Felipe Pérez Roque atrapaba la atención de la prensa extranjera y de los rumores callejeros, algo más cercano preocupaba a Xiomara.
Desde hacía cuatro meses, a su pueblo de Pinar del Río no llegaban las almohadillas sanitarias que las mujeres usan para paliar los ciclos de la luna.
Entre sus hijas y ella cortaron un par de sábanas y lograron hacerse algunas compresas, que lavaban después de usar.
Si en el mercado racionado se ausenta este producto de higiene femenina, en las casas cubanas disminuyen las pocas toallas y fundas que todavía quedan. 
La naturaleza no entiende de mecanismos de distribución, así que cada veintiocho días tenemos una húmeda evidencia que los pone a prueba.
Xiomara cuenta –con la vergüenza de tener que hablar públicamente algo que preferiría mantener en privado– que las empleadas de su empresa tuvieron el mismo problema.
'Era para que nos hubiéramos negado a ir al trabajo' me dice, y yo imagino una 'huelga del período', una masiva protesta marcada por el ciclo del óvulo que se deshace.
Sin embargo, nada se detuvo en la provincia de Pinar del Río por esta 'pequeñez'.
Los funcionaros siguieron hablando de la 'recuperación frente a los huracanes' y los periódicos –que lamentablemente no se pueden usar como almohadillas sanitarias– mencionaron el sobrecumplimiento en la cosecha de papas.
El drama quedó escondido en los baños, se manifestó apenas en dos nuevas arrugas de preocupación en la frente de algunas féminas.

Yoani

Bueno, sé que para muchos este asunto es un tema menor, pero puedo asegurarles que no es así.

1 comentario:

Julio Rougès dijo...

No es un tema menor. Es una vergûenza más de un régimen totalitario, que viola las más elementales derechos y garantías de la población, y al que tienen sin cuidados las tribulaciones del sexo femenino.
Esa una de las caras más horribles del racionamiento, sobre el que rara vez hablan los que limitan su liberalismo a lo económico. No es que la dictadura cubana sea sólo ineficiente. Además de asesina, es atrozmente liberticida y las privaciones de la población -que pueden ser reducidas selectivamente para los "fieles-pasan a ser un elemento adicional de control social.
Finalmente, los datos de los periódicos del régimen sobre la cosecha de papa parecen una broma cuyo mal gusto está hermanado con su pretendida seriedad.