Privilegio

El tema más complicado en la relación entre la Argentina y la administración de Raúl Castro, el caso de la médica Hilda Molina, podría tener una solución parlamentaria. El diputado nacional de Pro Julián Obiglio presentó hoy un proyecto de que ley que prevé que se le otorgue a la neurocirujana cubana un 'DNI y pasaporte argentinos'.
'Aprovechando el impulso que dio la decisión que tomó el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, [que ayer levantó todas las restricciones para que ciudadanos de EE.UU. puedan viajar a la isla a visitar a sus familiares, así como enviarles dinero sin límite de cantidad], quería hacer algo para darle una mano a Hilda Molina', dijo en diálogo con lanacion.com Obiglio.
De prosperar la iniciativa que impulsa el macrismo, la médica que desde hace 14 años intenta salir de la isla podría abandonar Cuba y viajar a nuestro país para conocer a sus nietos.
'Hablé con Roberto [Quiñones, hijo de Molina] y le pareció una buena idea. Con la ciudadanía, la Argentina podría solicitar el reagrupamiento familiar. En este caso, habría que pedirle a Cuba que deje salir a un ciudadano argentino', explicó el legislador, que se mostró esperanzado en que la presidenta Cristina Kirchner haga mención al tema en la 5ta. Cumbre de las Américas, que comenzará mañana en Trinidad y Tobago.
Con estos documentos, que deberán ser entregados mediante un trámite diplomático realizado por Cancillería una vez sancionada la ley, la médica cubana podrá dejar la isla para visitar a su familia en la Argentina.
Hilda Molina, la neurocirujana más conocida en la Argentina que en la Cuba de los Castro, no tiene ingresos en la isla. Renunció hace 15 años a la dirección del Centro Internacional de Restauración Neurológica (Ciren) después de distanciarse de la revolución, y desde entonces vive en un departamento derruido con la plata que le manda su hijo desde Buenos Aires.
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La Nación

Bueno, los requisitos para tener la ciudadanía argentina son tener dos años de residencia ininterrumpida y documentada en el país, certificada por la Dirección Nacional de Migraciones.
De prosperar ese engendro -claramente violatorio de la Constitución Nacional y de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, en tanto otorga únicamente a una persona un insólito privilegio- estarían desvirtuando el principio que 'la ley es una norma dictada por una autoridad pública que a todos ordena, prohíbe o permite, y a la cual todos deben obediencia'.
Porque 'las leyes no se emiten para regular o resolver casos individuales, ni para personas o grupos determinados, y su impersonalidad y abstracción las conducen a la generalidad'.

'Privilegia ne inrogantur': 'No se han de proponer leyes dirigidas a personas', fue el primer reconocimiento del principio de que la ley debe ser igual para todos.