21 de abril de 2009

Yad Vashem

Young boy on a street in the Krakow ghetto, Poland [Yad Vashem Photo Archives]

La ceremonia en Yad Vashem se inicia con el sonido de una sirena durante dos minutos en todo el país.
El sonido hace que todo trabajo se detenga, que todos los que caminan en las calles se queden quietos, que todos los autos frenen y sus ocupantes se bajen, y que todo el mundo guarde silencio.

Approximately one and a half million of the six million Jews murdered in the Holocaust were children.
The number of children who survived is estimated in the mere thousands.


Yad Vashem

El asesinato de judíos no podría haberse llevado a cabo sin el apoyo -tanto activo como pasivo- del conjunto de la sociedad.
En casi todos los territorios que se encontraban bajo el control de los nazis, la población era consciente de los asesinatos de judíos, y se beneficiaban del reparto de sus propiedades.
Muchas personas apoyaron sin reservas los asesinatos, aunque otras se mostraron menos entusiastas.
Apenas existía oposición, y sólo una escasa minoría se arriesgó para ayudar a sus vecinos judíos.
Un elemento común entre aquellos que cometieron los asesinatos y gran parte de la sociedad era una visión antisemita del mundo, conforme a la cual los judíos se encontraban excluidos del entorno normativo de la responsabilidad social.
Dicho de otro modo, la vida de un judío era, cuanto menos, prescindible.
En el Holocausto del pueblo judío ocurrió algo sin precedentes, aterrador.
Por primera vez en la sangrienta Historia de la Humanidad, en un estado moderno, en el centro de un continente civilizado, se puso en marcha una decisión cuyo objetivo era localizar, registrar, marcar, aislar de su entorno, desposeer, humillar, concentrar, transportar y asesinar a cada uno de los miembros de un grupo étnico, aunque la pertenencia al grupo no siempre la definieron ellos mismos, sino los asesinos.
En los campos de exterminio construidos en el marco de la 'Operación Reinhard' (Belzec, Sobibor y Treblinka) el primero de los gases empleados para asesinar fue el monóxido de carbono, producido por motores de gasolina o liberado de recipientes herméticos especiales.
En Majdanek se usaron varias clases.
En septiembre de 1941, comenzaron en Auschwitz los experimentos para el uso de Zyklon B, una forma de cianuro de hidrógeno o ácido cianhídrico.
El granulado usado para producir el gas era suministrado por DEGESCH (una cooperativa alemana fabricante de pesticidas) dirigida por I. G. Farben. También se lo proporcionaban Tesch Stabenow Co. de Hamburgo.
La cámara y los crematorios de Auschwitz, ya perfeccionados, fueron construidos por J.A. Topf und Söhne, de Erfurt, Alemania.
A partir de junio de 1942 comenzó Aktion 1005, una operación especial para destruir las pruebas tangibles de los asesinatos.
Una unidad especial, denominada Sonderkommando 1005, que se hallaba bajo el mando del oficial de las SS, Paul Blobel, supervisaba la incineración de los cadáveres de las víctimas en los campos de exterminio.
Esas operaciones fueron cobrando importancia a la vez que los líderes nazis comenzaron a plantearse la posibilidad de que Alemania perdiese la guerra.
A partir de junio de 1943, el Sonderkommando 1005 regresó a los lugares de exterminio en las zonas ocupadas de la Unión Soviética que databan, al menos, de junio de 1941 y trataron de borrar todo rastro de la existencia de fosas comunes quemando los restos en enormes piras.
A veces, los encargados de llevar a cabo esta espantosa tarea eran los judíos que realizaban trabajos forzados.
A pesar de que los nazis no lograsen borrar todo rastro de los asesinatos, en su esfuerzo por conseguirlo dificultaron mucho la tarea de develar los detalles más precisos y la magnitud estadística de los crímenes cometidos.



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