24 de mayo de 2009

Catatonia


La comunidad judía en Miami invitó al embajador Héctor Timerman para expresarle su preocupación por el antisemitismo en Venezuela y Argentina.
La relación con Irán no estuvo ajena a esa reunión.
Timerman se hizo presente en una mansión sobre el canal en Bal Harbour y sorprendió a propios y extraños.
Primero se pronunció como 'cristinista auténtico', y luego les juró a los venezolanos presentes que Chávez 'nunca' los echaría de su país.
Luego, trató de llevar tranquilidad diciendo que la Argentina es el 'guardián de los derechos humanos del mundo', y elogió a Hebe de Bonafini.
Y concluyó que la Argentina jamás permitiría un ataque a las minorías y que no había antisemitismo en el país.
Y citó la visita de CFK al congreso judío en Venezuela hace dos años.
La platea -unas cuarenta personas- no se conmovió, pero sí hubo caras de estupor y, algunas, de bronca, porque todavía estaba latente el ataque producido tres días antes en Buenos Aires durante el acto del aniversario de la creación del Estado de Israel.

Perfil

Uno de los problemas más graves del kirchnerismo es que cree que todo el mundo es idiota.
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1 comentario:

Carlos dijo...

Timermann es un mercenario de la peor especie. Pensar que hay gente que cree que es el representante del judaísmo (los Sabios de Sion, o algo por el estilo) en la Argentina.