Créditos 'testimoniales', y algo más

A este ritmo, ANSES se quedará sin fondos libremente disponibles en no mucho más de un año y medio.
Esto significará que el dinero que ahorraron miles de jubilados habrá desaparecido nuevamente en el pozo negro e insaciable del gobierno porque es absurdo e infantil creer que, por tratarse de 'préstamos', se devolverán esos fondos.
Como muestra basta un botón: ya fueron refinanciados todos los vencimientos que, para este año, la Nación tenía con ANSES, y así será todos los años y para siempre… Jamás volverán esos fondos a sus auténticos dueños, los jubilados.
Se convertirán en simples asientos contables.
Además, como los aportes de los trabajadores activos no alcanzan para pagar la jubilación de la clase pasiva, el gobierno –tanto el actual como los que lo sucederán- deberá recurrir a la Tesorería de la Nación para afrontar esas obligaciones.
Pero como nunca le sobra disponibilidad monetaria, deberá retacear los aumentos a los jubilados, tal como ya ha sucedido siempre en el pasado (salvo en los períodos electorales).
Es que, habiendo desaparecido esos fondos ahorrados en las AFJP, cada aumento –por mínimo que sea- es de una incidencia brutal sobre el presupuesto de la nación.
Y, como los jubilados no salen a la calle con palos ni pancartas, cortando rutas y avenidas… se convertirán, una vez más, en el 'pato de la boda'.
Sus fondos están yendo a tapar los agujeros de la caja del Estado Nacional sin generar ningún tipo de desarrollo genuino, todo por culpa de una dirigencia que dejó de lado el primer principio básico de la democracia –la población había votado a favor de la continuación de las AFJP y de mantener la libre elección entre el sistema de reparto y el privado en aras de la rapiña -en el caso del oficialismo- y de la ideología -en el caso de los opositores- que apoyaron la desaparición de las AFJP.
¿Qué dirán ahora estos opositores cuando ven que los Kirchner están utilizando esos fondos a diestra y siniestra sin que los poderes legislativo y judicial tengan capacidad de control sobre ello?

Anteojos del Tata

Recordé estas reflexiones ahora que la rata enferma dispuso utilizar los fondos previsionales para una dudosa y electoralista línea de créditos destinados a comprar viviendas.
Bueno, en estas tierras de promisión los que se terminan beneficiando con estos créditos son únicamente los políticos y los amigos del poder, que finalmente no devuelven ni mínimamente lo que el banco les prestó.
Para el usuario común -si logra acceder a la línea- tener que pagar una tasa del 20% anual -y a los 2 años variable!- en un crédito hipotecario a 20 años es un suicidio sin anestesia.
Además, para la entidad, el riesgo de descalce monetario es elevadísimo, ya que el banco se fondea en dólares, pero prestará y cobrará en pesos.
Quiero decir: la idea en realidad no le cierra ni al usuario ni al banco, porque la economía argentina está demasiado enferma como para soportar estos despropósitos.
Bueno: primero fueron los calefones, después las bicicletas, luego los autos, ahora son las casas, y esto no es otra cosa que más de lo mismo.
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