16 de mayo de 2009

I can't stand it any longer

El oficialismo rechazó ayer ante la Justicia las impugnaciones presentadas por la oposición contra las candidaturas testimoniales.
Según el argumento del Frente Justicialista para la Victoria, que postula a Néstor Kirchner y al gobernador Daniel Scioli, por ahora no existen pruebas de que alguno de los postulantes no vaya a asumir en el Congreso, de modo que el debate sobre la incompatibilidad de cargos -gobernador y diputado, por ejemplo- se debe dar recién en diciembre.
Las candidaturas testimoniales 'son una creación periodística', afirmó ante la Justicia el encargado de formalizar el descargo, el apoderado del Partido Justicialista Jorge Landau, que se presentó ante el juzgado federal con competencia electoral de La Plata para diluir el argumento opositor.

La Nación

Bueno, hace poquito el demócrata le ordenó a la botóxica descerebrada que confiese que para ellos las elecciones eran un escollo.
Y el discurso oficialista culpa -como siempre- al periodismo.
Porque como para ellos el periodismo es el responsable de la inseguridad, de la inflación, de la recesión y de todos los males habidos y por haber que asolan estas tierras de promisión, no podía librarse de ser sindicado como el creador del último engendro del régimen.
Yo no se si existen o no 'pruebas', en el sentido jurídico del término.
Lo cierto es que cualquier proceso electoral en un país democrático se basa en la confianza.
Y si un gobernador en ejercicio se presenta como candidato a diputado, o un intendente en funciones a concejal, y dicen que lo hacen para dar testimonio, o para plesbicitar su gestión, o ese tipo de gansadas, yo creo que tengo todo el derecho del mundo a pensar que están haciendo un fraude y que el proceso electoral en el que participarán no será auténtico.

Bueno, para mí, lo que están haciendo más que un 'delito' es una vulgar artimaña, una indecencia, una bajeza.
Del mismo pozo negro sale el grotesco de la postulación de la Clotilde-Evita.
Estoy segura que en cualquier país del mundo medianamente serio esta gentuza no podría participar ni siquiera como vocal suplente de una comisión barrial.
Pensar que todavía nos falta soportar la saturación proselitista mediante el descarado uso y abuso del dinero público, la campaña sucia -que ya empezó-, la extorsión a los medios -que también ya comenzó- y finalmente el fraude en el escrutinio.

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