13 de mayo de 2009

Manu Militari

Urgente24:
El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, es el nuevo director ejecutivo de la papelera Massuh, ahora papelera Quilmes, tras el salvataje del Gobierno. Por eso, ayer se movió como si fuera su dueño.

¿Cómo la mantendrá a salvo? Como es costumbre en este funcionario, varias veces acusado de "patotero", lo hará con los fondos del Anses y por la fuerza: "Moreno nos dijo que ya comprometió a los supermercados a comprarle papel a esta planta y lo mismo hará con las empresas concesionarias de servicios públicos y los organismos del Estado", dijo el secretario de Desarrollo de la Municipalidad de Quilmes, Guillermo Robledo. La ex Massuh "pasará a ser el proveedor exclusivo" del gobierno nacional.

El Gobierno auxilió financieramente a la papelera para evitar el cierre de sus puertas y el despido de más de 800 empleados. La empresa mantiene una deuda de $249 millones y sus acreedores son en su mayoría bancos estatales.
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La planta de celulosa está totalmente paralizada desde hace cuatro meses y sus dueños pidieron ayuda económica al Gobierno para enfrentar la crisis. La administración nacional acudió en su auxilio y designó al secretario de Comercio en el directorio.

El fideicomiso está asentado en el Banco Nación y con fondeo de la Anses. En tanto que uno de los puntos más importantes está dado en correr de la administración a Héctor Massuh y su equipo, para lo cual Moreno ya tiene planificadas algunas reuniones entre las partes.
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Los especialistas aseguran que las máquinas producirían un papel de baja calidad, pero deben comenzar de a poco, para poder calibrarlas otra vez.

El Estado arrendará por tres años la planta de la papelera Massuh, en Quilmes, a cambio del pago de un canon a sus dueños originales, según el compromiso del nuevo encargado de la papelera, el polémico Moreno.
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"Acá el único que decide quién se queda y quién se va soy yo....Desde mañana, como decía el sabio general: de casa al trabajo y del trabajo a casa".
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El riesgo, admitió el funcionario, es que, como ocurrió en el pasado, haya una catarata de empresas que se concursen o avancen hacia una quiebra sabiendo que el Estado se hará cargo de sus establecimientos para salvar las fuentes de trabajo.

Lo más simpático de este militante fue la alusión al "proverbio" del "sabio general", en obvia alusión a su ídolo militar, el Teniente General Perón.

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