24 de mayo de 2009

Mi voto no es positivo


Faltan 40 días para una función cívica/circense que se las trae.
Payasos, mujeres barbudas, comesables, tragafuegos, domador de pinguinos, y enanos salidos como repollos de la gran huerta bonaerense, alistan artilugios para que el espectáculo sea un éxito, y sobre todo no se note.
Del modo más orondo e imbécil nos dirigimos a elecciones que están fuera de la ley.
Truchados candidatos mutantes se florean con defensas verbales de la república, la ética, las leyes (y sobre todo, la inclusión) en actos de campaña para una cita electoral falseada desde el vamos.
Trampa a la se suman candidatos de cualquier signo (y a la que se dirige, aturdida como toro al paño) la ciudadanía.
En este marco, votar en junio será un voto Kómplice.
Un voto fuera de la ley.
Sorprende que ante el cúmulo de surrealistas desgarros de la ley, nadie optara por defender la Constitución, negándose (y dirigiendo su campaña) a convalidar con votos la trampa de junio.

Perfil

La nota dice verdades, pero a la vez es engañosa y nefasta.
Porque los caminos para solucionar nuestros problemas no son ni el desánimo, ni la negación, ni el pesimismo absolutista.
¿Acaso la auto-exclusión de la oposición en Venezuela sirvió para algo?
Que no existe el candidato ideal no es novedad, y que las alternativas son impresentables, también.
Bueno, creo que llegó la hora: a cerrar los ojos y a tragar sapos, pero Kirchner tiene que perder, sí o sí, para que tengamos una posibilidad de cambio.
Después veremos, pero yo -al menos- no estoy por regalársela al montonerato.
...
No estoy segura si voy a votar con el corpiño, o con la bombacha, pero los votos se cuentan de a uno, y el mío será en contra de Kirchner.
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6 comentarios:

Luis N dijo...

Muy bien, Raquel. Muy realista.

Carlos dijo...

Perfecto, Raquel, me gusta tu actitud. No se terminará con los Kirchner siguiendo a los que temen ensucisrse votando por algien que no coincida 100 % con la teorías que conocen por los libros. Siempre hay tibios que hallan excusas para no actuar.

ilustre desconocido dijo...

Estamos en contra de la partitocracia, pero la apoyamos cuando votamos a uno de sus partidos políticos. Luchamos contra la corrupción y la ineficiencia, pero las fortalecemos cuando depositamos nuestra papeleta electoral en favor de un candidato. Usamos la papeleta como un cuchillo y castigamos el mal gobierno eligiendo a otro partido que, probablemente, lo hará igual o peor. ¿Cuantas veces la sociedad y su diversidad de instituciones nos han planteado verdaderas encrucijadas trucadas, dilemas inmorales que llevan siempre al error, sea cual sea la opción elegida? ¿Cuantas veces hemos caído en la trampa, eligiendo lo que creíamos era el menor de los males ¿Se puede ser medianamente honrado o moderadamente corrupto? ¿Acaso todavía no ha llegado la hora de decir "No" a la indecencia cuando votamos, que es el único momento de poder que nos queda como ciudadanos? .El voto en blanco expresa la protesta ciudadana en las urnas. Es un gesto democrático de rechazo a los políticos, partidos y programas, no al sistema. Es una censura que sólo podemos realizar en las ocasiones que se abren las urnas.
Votar en blanco como un reproche porque los políticos no han sido capaces de solucionar ni uno solo de los grandes problemas de nuestra sociedad: empleo, desigualdad, justicia, pobreza, inseguridad, etc. y por muchas razones más entre ellas porque los ciudadanos han sido expulsados de la política, porque la corrupción anida en el corazón del Estado, porque los partidos políticos son insaciables en su poder, porque la sociedad civil ha sido ocupada por los partidos, porque la democracia ha sido asesinada y suplantada por una partitocracia que no queremos, porque el gobierno miente y la oposición, también, porque la Justicia es arbitraria, porque hay cientos de miles de enchufados, amigos del poder, familiares y asesores inútiles cobrando del erario público, muchos de ellos sin ni siquiera trabajar, porque muchos políticos se han hecho arrogantes, porque despilfarran el dinero escaso, porque han decidido endeudar a las próximas generaciones de argentinos, porque lo único que saben fabricar es desempleados y pobres, porque el poder beneficia a los amigos y aplasta a los enemigos, porque la impunidad de los políticos se ha convertido en norma del sistema, porque queremos un pais mejor y por mil motivos más.

Rāḥēl Reznik dijo...

Yo estoy totalmente de acuerdo con lo que planteás, pero si voto en blanco beneficio directamente a Kirchner, y no quiero eso.
Lo siento, pero ¡no!

Sine Metu dijo...

Ellos ya lo previeron y se te cagan de risa. Tu voto en blanco termina favoreciéndolos a ellos.

Klaus Pieslinger dijo...

Ilustre: como seres conscientes, existimos en dos universos: el concreto -como los animales y demás- y el abstracto -el de las ideas.
Esta es una virtud que tamién tiene doble filo y se nos vuelve en contra fácilmente, cuando confundimos uno y otro.
En abstracto estamos de acuerdo en el análisis, y podemos inventar innumerables posibilidades y variantes para poder llevar la realidad a lo que consideramos correcto.
En concreto es cuando llega la hora de la acción, y la historia pivota en los puntos donde los actores hacen influencia.
A la hora de actuar las únicas posibilidades son las que conseguimos -o no- materializar, y se acaba lo abstracto; hay que elegir entre lo que hay.
Si no hay otra opción es porque no nos dio el cuero como actores para provocar un cambio -léase rebelión fiscal, alquitrán y plumas, etc.
Quedó en ideas abstractas, sin implementación.
Los números que da este juego de cartas marcadas, tal como lo posteó Sine en reiteradas oportunidades, hacen que un voto en blanco los beneficie.
O jugamos sabiendo que las reglas son tramposas, o bien pateamos el tablero -cosa que ningún actor ha planteado y desde la blogosfera no ha habido eco.
Retirarse del juego no nos ha acercado nunca a una solución.