14 de mayo de 2009

Muro



Parece que Benedicto XVI expresó la esperada condena del muro que por razones de seguridad construyó Israel en el límite con territorios palestinos.

Supongo que para dar el ejemplo a partir de ahora el Papa realizará sus recorridos sin el híper blindado Papamóvil...

5 comentarios:

Gustavo R dijo...

Como me gustaría escuchar que responderían a este planteo.
Todos somos iguales, pero algunos somos más iguales que otros.

MarcosKtulu dijo...

El papamovil con la linea divisoria parece una pecera a medio llenar.

Voromir dijo...

Lindo pescadito lleva dentro esa pecera.

"A Dios rogando y con el mazo dando" decía mi abuela.

Julio Rougès dijo...

“El País” destila antisionismo, y procura por todos los medios dividir a los cristianos de los judíos. No se cansó de criticar al catolicismo y justamente ahora siembra cizaña elogiando al Papa, y atribuyéndolo una postura política favorable que no tiene, respecto del terrorismo palestino. Es lamentable la permanente utilización política de su figura, de quienes no conocen ni intentar conocer lo que ha escrito, sus posiciones y sus actitudes.
Mientras que muchos superficiales o desinformados lo equiparan a un nazi, los musulmanes lo detestan por antimusulmán y proisraelí: la facción armada Yihad Islámica ha manifestado que la visita del papa Benedicto XVI a Israel supone un "regalo a la ocupación y un desprecio al sufrimiento del pueblo palestino". La organización terrorista dice en un comunicado que el viaje del Papa "refleja su cortesía con la ocupación, muestra desdén ante las heridas abiertas en Jerusalén y elude el holocausto que el Ejército israelí llevó a cabo en la franja de Gaza a principios de año". Continúa esa facción terrorista, apoyada por Irán, acerca de Benedicto XVI: "provocó encendidos sentimientos entre los árabes y musulmanes con las declaraciones que hizo en el año 2006 sobre el profeta Mahoma en Ratisbona".
Yunis al Astal, un diputado de Hamás, de la franja de Gaza, va más lejos: expresa que "el papa Ratzinger es "el Pontífice más pro-sionista en la historia de la Iglesia Católica".
Para quienes, a la inversa, califican a Ratzinger de pro-nazi, cito textualmente algunos de los muchos párrafos que ha escrito. En su libro "Iglesia y Modernidad" (Ediciones Paulinas, 1992, pág. 41) dijo: "San Agustín ha hecho notar al respecto que un estado sin justicia no es más que una gran asociación de delincuentes. El Reich de Hitler fue un "estado de rapiña de esta laya" (página 41); y "...muy poco tiempo después del inaudito abuso del positivismo jurídico que se verificó en la llamada "justicia del Fuhrer" -en el que la arbitrariedad se había trocado en ley y el estado se había degradado a una asociación de delincuentes", se tomó conciencia de que toda disposición jurídica debe fundarse en valores que escapen a nuestra manipulación" (página 132).
Respecto del terrorismo, es categórico: “Por cierto, el terrorismo pesado de los primeros revolucionarios ha sido refrenado en las sociedades occidentales (lo dijo en 1991). Demasiado subió su amenaza contra los hábitos de vida de las sociedades y demasiado desembozadamente se puso de manifiesto la inmoralidad de su moral. Sin embargo, todavía no ha tenido lugar un verdadero corte respecto de sus premisas fundamentales. Lo cual se evidencia también por el hecho de que se lo siga recomendando tranquilamente a los países del Tercer Mundo, bastante lejos de nosotros” (pág. 19).
Hace pocos días Benedicto XVI se comprometió "irrevocablemente" a favor de la reconciliación de la Iglesia católica con los judíos, en un discurso pronunciado en la Gran Sinagoga de Jerusalén ante los mayores líderes religiosos de Israel, afirmando "La Iglesia católica está irrevocablemente comprometida con el camino decidido por el Concilio Vaticano II por una auténtica y duradera reconciliación entre cristianos y judíos".
A lo largo de su pontificado, ha visitado varias veces distintas sinagogas: la de Colonia, en 2005; la de New York, en 2008, la de Jerusalén, el pasado martes, y visitará en otoño la sinagoga de Roma.
Extraer de un párrafo aislado de un diario una postura antisionista -sin transcribir íntegramente sus palabras- o tibia frente al terrorismo, resulta apresurado y contribuye a ahondar brechas que el catolicismo y tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI han procurado cerrar.

Carlos dijo...

Es muy cierto lo que dice Julio, El País permanentemente procede con una gran mala fe. Bajo el aspecto de seriedad y equilibrio, es un ejemplo de diario al servicio de las peores ideas del progresismo entre las que se destacan el anticristianismo y del antisionismo (que no es sino un disfraz del antisemitismo)