13 de mayo de 2009

No!

Benedicto XVI se acaba de meter en el bolsillo a la inmensa mayoría de los palestinos gracias a un palabra: M-u-r-o.
Porque, en contra de lo que muchos predecían, el Pontífice no sólo no ha dudado pronunciarla sino que también ha condenado duramente durante su visita este miércoles a Belén, en los territorios palestinos, la mole de cemento que se alza a lo largo de muchos de los 325 kilómetros de frontera que separan Israel del territorio palestino de Cisjordania (sic).
El gesto del Pontífice, que tanto anhelaban los palestinos, ocurrió durante la visita al campamento de refugiados (sic) de Aida, en Belén, donde viven hacinadas 5.000 personas descendientes de palestinos que en 1948 debieron abandonar 25 aldeas cercanas a Jerusalén. Aquí el muro es omnipresente: se eleva en su trágica enormidad justo a las puertas del campamento, condicionando la vida de todos sus habitantes y condenándoles a vivir en una especie de prisión
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El Mundo

Bueno, no voy a hablar del tema de los 'refugiados' porque tengo mucho que decir de esa farsa y me dispersaré.
Quiero recordar que cientos de terroristas suicidas árabes cometieron atentados en Israel produciendo víctimas mortales, con un saldo de miles de israelíes muertos y/o heridos.
Y que la inmensa mayoría de los terroristas suicidas venían de Cisjordania, por la facilidad con la que antes se entraba desde ahí al territorio israelí.
Desde Gaza, donde existe una valla de seguridad desde hace 1996, son raros los atentados de esa naturaleza.
Solamente un 5% del total de la valla de Cisjordania es de cemento, pero si dependiera de mí sería el 100%, y de una mezcla de hormigón con plutonio.
Los sectores 'del muro alto' están principalmente a lo largo de la autopista 6 -Tulkarem, Kfar-Sava y Qalqiliya- por ser los sitios elegidos habitualmente por los francotiradores asesinos para efectuar disparos contra los autos, o contra mujeres judías embarazadas, como lo hicieron tantas veces.
El 95% restante se basa en sistemas de vigilancia -alambradas y sensores electrónicos- que sirven para prevenir y detener invasiones.
Estamos hablando de una valla similar a la que España construyó en Ceuta y Melilla, o incluso USA en algunos tramos de su frontera con México.
El motivo de la barrera es únicamente prevenir ataques terroristas.
Si desaparece el terrorismo, la valla obviamente también desaparecerá, porque perderá la razón de su existencia.
En relación al número de israelíes muertos y/o heridos por atentados terroristas producidos antes de la construcción de la valla de seguridad que el Sr. Benedicto hoy hipócritamente repudió, creo oportuno señalar que -aunque a él no le importa mucho- más del 70% de ellos fueron civiles, entre hombres, mujeres y niños.
Bueno, India construyó un muro frente Cachemira, Arabia Saudí frente a Yemen y Turquía frente a Siria, y a nadie le molestó.
Bueno, la valla (o muro, como quieran llamarlo, me da exactamente lo mismo) lo que hace es dificultar a los terroristas árabes en su empecinada inclinación de matar más judíos.
Cuando los terroristas cesen definitivamente en sus actividades criminales, el muro podrá ser derribado.
Pero hasta que eso no suceda, no habrá cambios.
...
Bueno, parece que eso le molesta al Vaticano, al terrorismo palestino, a la izquierda occidental y a las instituciones internacionales bienpensantes.
La 'descomunal pared segregacionista' que tanto preocupa al Sr. Benedicto no sería nada comparada con la que él mandaría a construir en el Vaticano si sufriera lo que sufrió y sufre Israel.
Claro, como para él el pueblo judío fue el que mató a Jesús, posiblemente piense que merecemos ser masacrados por el terrorismo fundamentalista, y que debemos siempre 'poner la otra mejilla'.
Bueno, yo no soy anti-católica ni mucho menos, y siempre soy muy respetuosa de todas las creencias, pero no puedo admitir que se nos critique por defendernos.
El Sr. Benedicto no tiene que preocuparse por nosotros -jamás le haríamos daño, al contrario- porque los que quieren su cabeza -En Eurabia pronto irán por ella- son los árabes, los mismos que hoy defendió.
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12 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Cuando B XVI afirmó que "el pueblo judío mató a Jesús"? Esa doctrina o idea quedó hace mucho tiempo desechada por la Iglesia, más específicamente por la declaración "Nostra Aetate".

Sine Metu dijo...

Avísenle al Mundo (y a B16) que lo que los palestinos quieren es una gran medialuna coronando la basílica de San Padro en el Vaticano.

Klaus Pieslinger dijo...

Como dije en un comentario anterior, es muy fácil opinar sobre quitar muros y después volverse cómodo a casita. Al menos si ofreciera poner a la guardia vaticana como escudo humano.

Las críticas de parte de España son otro chiste gallego: desde hace tiempo por Gibraltar, y últimamente por Cisjordania. Encima las vallas en los enclaves no son por ataques sino para evitar una salida humanitaria, que en muchos casos es por persecución religiosa.

Anónimo dijo...

Un muro es la defensa más pacífica que se puede concebir. No se de que que se escandaliza el sacrosanto teutom

Carlos dijo...

El "muro" practicamente terminó con los ataques terroristas en suelo israelí.

Para la izquierda los muros que contruyen los que a ellos no les gustan son símbolos de maldad, mientras que los que hacen payasos como Zapatero para que no se les cuelen árabes muertos de hambre, no lo son.

El "double standard" es una parte inseparable del razonamiento progresista. La Iglesia Católica y -por ejemplo- la anglicana caen muy seguido en esos "errores".

José Luis dijo...

La "trágica enormidad" del muro es visible y criticable. La trágica enormidad de los francotiradores, no.

Son todos una manga de Chamberlains, el mundo está hoy lamentablemente repleto de "biempensantes" vergonzosos.

JL

Martín Benegas dijo...

100% de acuerdo con el post.

Martín Benegas dijo...

Iván puede que esa doctrina haya quedado oficialmente desechada por la Iglesia, pero todavía persiste en muchísimos católicos lamentablemente, espero que no en Ratzinger pero cosas como las que dijo hoy me dan que pensar.

MarcosKtulu dijo...

Occidente tiene que dejar de lado estas divisones (Jé) que sólo benefician a sus enemigos. Roma y Jerusalén son uno -Occidente- y deben actuar como uno, evitando las fracturas internas. Y ya no lo digo exclusivamente por La Mecca y Teherán, sino pensando también en Bombay y Shangai.

Julio Rougès dijo...

Lamento admitir que tienes razón, y comprendo tu indignación. Pero no es porque Benedicto XVI piense que el pueblo judío fue el que mató a Jesús, ni crea que merecen ser masacrados por el terrorismo fundamentalista.Si lees sus libros, verás que nada está más alejado de su pensamiento.

Lo suyo fue una humana y repudiable debilidad frente a un consenso espurio (la Corte Internacional dijo lo mismo del muro).

Como cristiano, lamento dolidamente que haya dicho ese disparate, pero supongo que condenó el terrorismo. Por escrito lo hizo antes de ser Papa

Klaus Pieslinger dijo...

Un político de su experiencia y en un puesto tan pivotal no debió olvidar esto, aunque el ideario de su partido sugiera lo contrario:
No se puede quedar bien con todos al mismo tiempo.
Llega el momento -y hay que saber reconocerlo- que hay que elegir un lado. Es eso, o terminar siendo parte del campo de batalla. Para zafar no hay margen.

Voromir dijo...

Perdón... ¿Jesús no era judío?

Agota la paciencia eso de que los judíos son malos porque mataron a Jesús. Si este país tuviese la centésima parte de amor própio que tienen los judíos seríamos un país invencible.