28 de mayo de 2009

Jag HaShavuot

Finalizaron las siete semanas de Sefirat Ha'omer cuya cuenta comenzó en la segunda noche de Pésaj: así que estamos en Jag HaShavuot, la Fiesta de las Primicias.
Bueno, en la diáspora son dos días, así que dedicaremos las próximas dos noches a repasar el Təˈnax, la Ley (Torá), Neviim -Los Profetas- y Ketuvim -los Escritos; y también el Talmud.
Y son las iniciales, pero como la k es j (x) y ponemos vocales para pronunciarlo, de ahí viene Təˈnax.
Bueno, en Shavuot acostumbramos a comer alimentos lácteos y... ¡miel!
Porque Di-s nos prometió a través de la Torá 'la tierra de leche y miel'.
Porque Benei Israel debió comer comidas lácteas todo el día de Shavuot, ya que no podía utilizar los utensilios anteriores de carne, porque comenzaban a regir desde ese momento las leyes de Kashrut.
Porque la palabra hebrea חלב -leche- tiene el valor numérico de 40 -ח: 8, ל: 30, ב:2:40-, igual a los cuarenta días que Moshé pasó en el Monte Sinaí para recibir Torá.
Porque la Torá se compara con la leche y con la miel.
Esto es Torá: 'Miel y leche bajo tu lengua'.
Una antigua costumbre era la de enseñar Torá a los niños pequeños en Shavuot, pues la Torá fue entregada ese día.
Los niños eran llevados al amanecer a la sinagoga, se traía una tabla sobre la cual estaban escritas las letras del alfabeto hebreo, el Levítico y también el versículo: 'La Torá que Moshé nos ordenó es una herencia para la congregación de Iaacov', o sea 'Torá tzivá lanu Moshé morashá kehilat Iaacov'.
Quien enseñaba leía letra tras letra, y el niño debía repetirlas, una y otra vez.
Luego, se untaba un poco de miel sobre la tabla y el pequeño lamía sobre las letras.
¡Toda una fiesta!
Cuando se lo llevaba a la sinagoga, al niño se lo envolvía en un Talit.
Luego se lo alzaba y se lo sentaba sobre una silla, como se dijo en el pasuk: 'Yo le enseñé a Efraim, cargándolo en Mis brazos'.
Más tarde, el niño era llevado a orillas de un río, pues la Torá siempre fue comparada con el agua.
...
Desde el principio se les dijo a los hijos y a las hijas de Israel que el Éxodo de Egipto no tenía un fin en sí mismo.
Que el propósito de todo lo que nos ocurrió fue posibilitarnos 'servir a Di-s en la montaña'; es decir, encontrarnos con Di-s en el monte Sinaí, para que nos diera la Ley.
La meta de nuestra libertad fue recibir los mandamientos divinos, que hacen nuestra libertad posible y sostenible.
De esa manera, Pesaj -que es la Fiesta de la Libertad- está conectada inseparablemente con Shavuot, que es la Fiesta de la Entrega de la Torá.
Esta conexión fue creada por un período de 49 días llamada 'La Cuenta del Ha'omer'.
Hay un Midrash -una parábola talmúdica- que describe de qué manera abandonamos Egipto con la promesa de conocer a Di-s en el Sinaí.
Se nos dijo que en cincuenta días recibiríamos la Ley, la Torá, y que debíamos contar.
Pero en lugar de contar hacia atrás los días que faltaban, contamos hacia adelante, sintiéndonos elevadas espiritualmente con cada nuevo día.
Comenzando con la segunda noche de Pesaj, recitamos una bendición y la cuenta comienza: 'Bendito seas Tú, Adonai, Di-s nuestro, Rey del Universo, que nos has santificado con Tus mandamientos y nos has ordenado la Cuenta del Ha'omer': Hoy es un día en el ómer… y hoy son dos días en el ómer… y hoy son siete días, que es una semana en el ómer… hoy son ocho días, que es una semana y un día en el ómer…, etc.
Bueno, esta cuenta continúa cada noche, por siete semanas.
El día número cincuenta... es Shavuot.
'Ha'omer', la palabra hebrea para 'gavilla', es también el nombre para una antigua medida de grano seco, aproximadamente equivalente a dos litros y medio.
Pesaj coincide con la cosecha de la cebada en Israel.
En los tiempos del Templo, la segunda noche de Pesaj era la ocasión para una gran festividad.
Una delegación del Templo procedía a preseleccionar el campo de cebada lindante con Jerusalem, porque el ómer no viene sino de Judá.
Allí, el cohen -sacerdote- cortaba una gavilla del Ha'omer, que entonces era traída de regreso al Templo.
La cebada -según un ritual muy complejo- era molida, convertida en harina, y preparada como una ofrenda especial para el altar, en gratitud por la cosecha.
Después de esta ofrenda recién era permitida la siembra para el nuevo año.
Además, en la noche cuando la gavilla del 'ómer era cortada, comenzaba la 'Cuenta del Ha'omer'.
Pero hay otros significados.
El final del Ha'omer -la festividad de Shavuot- coincide con la cosecha del trigo, la primera de la producción principal -las primicias- en Israel.
En tiempos del Templo, el sacrificio central de Shavuot consistía en ofrecer dos hogazas de pan de trigo.
Porque el período de Ha'omer implica la transición entre la cosecha de cebada y la de trigo.
Y como la cebada se utiliza primordialmente en el alimento para animales, el Ha'omer explora el desarrollo de la personalidad humana, desde su lado animal imperfecto hasta su lado espiritual más puro.
Esta maduración es asegurada por la aceptación de la autoridad de la Torá, que es la máxima libertad que puede concebir un humano, quiero decir: 'Miel y leche bajo tu lengua'.
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Pero al darnos Di-s la Ley, y al aceptar nosotros cumplirla, se concretó un pacto, un Brit, una alianza, y este concepto rige en toda la vida judía.
Porque Di-s y nosotros tenemos una especie de contrato.
Nosotros debemos cumplir la Ley, y Di-s a cambio nos cuidará, nos dará bienestar y sabiduría.
En cambio, si nos apartamos de la Ley, Di-s nos castigará.
Pero Di-s no puede modificar este pacto, y la interpretación de la Ley es nuestra, porque somos libres, y tenemos autodeterminación.
Así se creó una forma de vida donde el conocimiento y el estudio de la Ley, pasaron en definitiva a ser lo más importante.
La imposibilidad de error en la misma -por su autor- y las aparentes contradicciones que incluye, nos obligaron siempre a acentuar nuestra capacidad de interpretación.
Y la necesidad de adecuar lo escrito con la realidad cambiante a lo largo de miles y miles de años generaron y generan permanentes re-interpretaciones.
...
Bueno, podría escribir mucho de estos temas, pero seguramente se aburrirán de mí.
...
Shavuot marca el inicio de un camino que llevamos recorrido de generación en generación, con el firme e inquebrantable intento de vivir sometidas solamente a una Ley, nunca a una persona.
Por eso toda imagen humana está prohibida -en ese sentido- por tener implícito el concepto de una idolatría.
Nuestro Di-s es innombrable, invisible, un ser totalmente abstracto.
El monoteísmo que fluye de Shavuot fue tan intenso que resultó absolutamente incomprensible para las sociedades de su tiempo, y que lo es inclusive en nuestros días para muchos pueblos.
Solamente a través de un profundo desarrollo de la capacidad de abstracción se puede llegar a captar la idea.
Por eso, la libertad que dió al ser humano el judaísmo fue, es y será siempre la máxima que puede concebirse en esta tierra.
...
Bueno, el post me quedó muy extenso otra vez, espero que -como siempre lo hacen- me perdonen.
Termino diciendo -nada más- que la festividad de Shavuot dura un día en Israel y dos en la Diáspora, y que es una culminación tardía de Pesaj.
...
¡Gracias por leerme!
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6 comentarios:

Klaus Pieslinger dijo...

...miel?!?
Vos comés miel?
Miel de abeja?
La misma que días atrás -hace un mes- me dijiste que era... cómo era?
=P

Rāḥēl Reznik dijo...

Yo no dije que comía miel de abejas, porque 'para mí' (ojo, para mí) lo que viene de un animal no kosher, no puede nunca ser kosher.
Y estoy convencida que cuando Təˈnax habla de miel, se refiere a la miel de frutas.
Bueno, eso es lo que creo yo, o sea mi interpretación en soledad, porque los sabios dicen que no podemos comer la abeja pero si la miel, y yo no estoy de acuerdo con eso.
Pero me acuerdo perfectamente cuando te dije que para mí la miel era como 'la caca' de la abeja, que aunque sé que en realidad no lo es exactamente, eso es lo que me parece o me hace sentir a mí.
Creí que ya habíamos hablado de eso alguna vez, y que te lo había explicado cuidadosamente.

Klaus Pieslinger dijo...

Ah, ya me parecía!
Entonces esa miel, de frutas, viene a ser el almibar, o caramelo...

Sine Metu dijo...

Qué tiene que ver Shavuot con el queso?

Rāḥēl Reznik dijo...

No zap, no es el almibar, Təˈnax habla de la miel de dátiles, o -a falta de - de la miel de higos.

Rāḥēl Reznik dijo...

Vos decís los blintzes de queso y esas preparaciones?
Hay dos cosas:
Una es el tema de las comidas lácteas que se acostumbran en estas fiestas, ¡en las que el queso obviamente está en todas o en casi todas!
Otra -más rebuscada- viene de un eufemismo que vincula el término con una supuesta puja entre las colinas para ver quien era merecedora de ser elegida para la entrega de la Ley, y eso es medio como un chiste, en realidad.
Lo cierto es que queso y Shavuot son inseparables.