No se si se acuerdan que Evo Morales llegó a la cumbre de la política boliviana impulsado por sus congéneres los cultivadores de coca. La progresía internacional incluso lo venera a través de una película convenientemente titulada Cocalero.
Desde la campaña viene asegurando que su premisa es mantener el "cultivo ancestral", para lo que se sacó de encima los controles internacionales e incluso la colaboración de la DEA, abogando en foros internacionales por el levantamiento de la prohibición internacional sobre la hoja.
Hoy la noticia es que en Brasil interceptaron un avión boliviano con 176 kilos de cocaína a bordo (el de la foto, hecha pública por la FAB), en un episodio repetido.
Seguro que no van a faltar ahora los que digan que el Ekeko no sabe nada, ni puede hacer nada, mientras su país se convierte en lider del Mercasur.
1 comentario:
Que legalicen la droga los yanquis y se le acaba el negocio.
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