5 de junio de 2009

Môʾāḇ


Bueno, ese fue el hogar de los moabitas, que estaba en lo que hoy es Jordania, justo en la orilla este del Yam Ha'Melaj -mar de sal- o sea el Mar Muerto.
Los moabitas fueron los descendientes de la unión incestuosa entre Lot (escondido) y su hija mayor, una historia -fascinante pero bastante sórdida- que alguna vez (creo) ya les conté.
Les recuerdo que de la unión entre Lot y su hija menor nacieron los Ammonitas, que también vivían en Jordania, entre los ríos Jabbok y Arnon, pero eso es otro asunto y no me dispersaré.
Rut era una mujer moabita, y el Libro de Rut (Sifrei Emet - Megillat Ruth) -que integra los Ketuvim (escritos) del Təˈnax- nos cuenta lo que le pasó.
Creo que esta historia la conoce todo el mundo, así que me limitaré a mencionar que narra las peripecias de Naomi (graciosa), que había quedado viuda de Elimelech (mi Di-os es Rey) con quien había tenido dos hijos - Kilyon (agotado) y Mahlon (enfermo), que se casaron con Orpa (la que te da la espalda) y con Rut de Môʾāḇ (compasión).
Al morir Kylion y Mahlon, las viudas Naomi y Rut regresaron a Beit Lehem (La Casa del Pan - Bethlehem), mientras que Orpa se quedó en Môʾāḇ (Moab) haciendo de las suyas.
Bueno, Rut se puso a trabajar espigando laboriosamente en el campo de Bốʿaz (poderoso) -el go'el- y una noche cándidamente -siguiendo precisas instrucciones de Naomi- 'se acostó a sus pies' (eufemismo) y él 'la cubrió con su manto' (eufemismo).
Enseguida -luego de algunos trámites cuyos detalles omitiré para no dispersarme- se casaron.
Para mejorar el perfil romántico de la narración, en las adaptaciones siempre se muestra a Bốʿaz como un joven buen mozo, pero en realidad era un hombre muy viejo y decrépito, tanto que aseguran que murió el día siguiente de su boda...
De esa unión nació Oved (sirviente), quien fue nada menos que el abuelo del Rey Dawid (el amado).
Bueno, a Rut se le atribuye la famosa frase: 'Tu pueblo será mi pueblo, y tu Di-s será mi Di-s'.
Y si pudieran acceder a la versión del libro escrita en hebreo arcaico -sin los componentes arameos que se agregaron después- advertirían que -indudablemente- esta historia fue escrita por una mujer.
Los cristianos (no todos por igual, porque hay discrepancias) aseguran que Jesús de Nazaret nació de María, que estaba casada con José, del linaje de Dawid.
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La primera imagen que ilustra el post -algo tonta para mí- es una muy bella acuarela de James Tissot, titulada 'Rut espigando'.
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La que sigue es 'Ruth y Naomi' de Felipe Calderón, y a ella vamos.
La imagen muestra a ambas abrazadas, y a la derecha está Orpa, observándolas.
Posiblemente a los que no están familiarizados con los sutiles eufemismos del Təˈnax, el lenguaje corporal que se expresa en esta pintura les resulte extraño o ligeramente perturbador.
La explicación pormenorizada seguramente estará disponible en mis 'Reflexiones de una judía rústica', pero -lamentablemente- la obra sigue indefinidamente 'en preparación', ya que no encuentro hasta ahora ningún editor interesado en publicarla.
Además, no creo que sea conveniente escribir esas cosas en un post, porque no quiero incomodar a los lectores, ya que hacerlo implicaría también revelar los detalles -nada livianos- de algunas de las más interesantes ofrendas femeninas -secretas- del Korbán.
Y si algún día lo hago, los lectores masculinos se sentirán igualmente muy afectados, porque no podría evitar hablar -para compensar- de algunos pormenores de la relación de Dawid con Jonatán -el hijo de Saúl, Yahu-natâm, aquél que Yahweh ha dado (II Sam 1:26)- y de las de Daniel con el mandamás de los eunucos en el palacio real de Babilonia, que no hace falta citar.
Bueno, comienza el Shabbāt, así que mejor lo dejamos así.
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PS: Bốʿaz -el viejo que se casó con la gentil Rut- era el hijo de una famosa ramera llamada Rahab, que también era gentil.
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2 comentarios:

Carlos dijo...

En el colegio secundario aprendí este poema de Gabriela Mistral que sin duda Raquel conocerá.


Ruth moabita a espigar va a las eras,
aunque no tiene ni un campo mezquino.
Piensa que es Dios dueño de las praderas
y que ella espiga en un predio divino.

El sol caldeo su espalda acuchilla,
baña terrible su dorso inclinado;
arde de fiebre su leve mejilla,
y la fatiga le rinde el costado.

Booz se ha sentado en la parva abundosa.
El trigal es una onda infinita,
desde la sierra hasta donde él reposa,

que la abundancia ha cegado el camino...
Y en la onda de oro la Ruth moabita
viene, espigando, a encontrar su destino!

Booz miró a Ruth, y a los recolectores
dijo: "Dejad que recoja confiada..."
Y sonrieron los espigadores,
viendo del viejo la absorta mirada...

Eran sus barbas dos sendas de flores,
su ojo dulzura, reposo el semblante;
su voz pasaba de alcor en alcores,
pero podía dormir a un infante...

Ruth lo miró de la planta a la frente,
y fue sus ojos saciados bajando,
como el que bebe en inmensa corriente...

Al regresar a la aldea, los mozos
que ella encontró la miraron temblando.
Pero, en su sueño Booz fue su esposo...

Y aquella noche el Patriarca en la era
viendo los astros que laten de anhelo,
recordó aquello que a Abraham prometiera
Jehová: más hijos que estrellas dio al cielo.

Y suspiró por su lecho baldío,
rezó llorando, e hizo sitio en la almohada
para la que, como baja el rocío,
hacia él vendría en la noche callada.

Ruth vio en los astros los ojos con llanto
de Booz llamándola, y estremecida,
dejó su lecho, y se fue por el campo...

Dormía el justo, hecho paz y belleza.
Ruth, más callada que espiga vencida,
puso en el pecho de Booz su cabeza.

Rāḥēl Reznik dijo...

Curiosamente, según el Talmud -Ta'anit 5b- Rahab, la ramera de Jericó y madre de Bốʿaz, fue la única mujer capaz de hacer que un hombre con solo mencionar su nombre eyaculara.