La semana pasada, Ian Vásquez, Gabriela Calderón y yo viajamos a Venezuela en representación del Cato Institute. El principal motivo del viaje era un nuevo seminario para jóvenes similar al que hicimos en Guatemala en enero pasado (...) el objetivo era introducir a 60 jóvenes que conforman el movimiento estudiantil venezolano a los principios económicos, filosóficos y políticos del liberalismo clásico.(Juan Carlos Hidalgo, LibreMente.org)
(...) Semanas antes del inicio del seminario la prensa oficialista empezó a catalogar como “subversiva” la actividad que íbamos a realizar en las afueras de Caracas, e hicieron llamados para que los cuerpos de seguridad del Estado tomaran “las medidas apropiadas” para impedir la realización del evento.
(...) Aproximadamente a las 10 am, personeros de la televisión estatal, del Ministerio del Poder Popular (Po. Po.) para la Educación Superior y la Guardia Nacional llegaron a la hacienda La Escondida a clausurar el evento. Su justificación: no contábamos con la autorización del gobierno venezolano para abrir una “universidad” en dicho país. Una excusa burda a todas luces. Nuestros colegas venezolanos les explicaron que lo nuestro no era una universidad, sino un simple seminario para jóvenes llamado así. Entonces, los representantes de Chávez argumentaron que habíamos contravenido la ley venezolana al hacer “publicidad engañosa”.
(...) Durante un par de horas los representantes chavistas permanecieron dentro de la hacienda amenazando con cerrar la actividad, mientras que afuera la guardia nacional solo esperaba órdenes.
(...) El seminario concluyó bien con la última charla de Álvaro Vargas Llosa sobre el futuro de la libertad en América Latina. A los participantes se les entregaron varios libros, incluyendo La Fatal Arrogancia: Los errores del socialismo de F. A. Hayek.
(...) Al día siguiente viajé a la ciudad de Mérida, una ciudad encantadora a los pies del nevado Pico Bolívar. Ahí dí una charla en la Universidad de los Andes (ULA) sobre porqué el capitalismo no ha fallado. También tuve varias reuniones con organizaciones de la sociedad civil de cuatro estados venezolanos: Táchira, Trujillo, Mérida y Zulia. Los relatos fueron conmovedores dado lo que está en juego: la pérdida de las libertades que tanto damos por descontado en otras partes de América Latina. Una de las participantes casi me llevó a las lágrimas cuando me pidió, casi que imploró, que no los dejáramos solos en esta lucha por la libertad. (...) Lo mío no es el activismo político, sino el análisis de política pública. Sin embargo a ellos no les importaba. Simplemente querían que alguien de afuera los escuchara.
Peligrosamente cerca del totalitarismo.
3 comentarios:
Otra Unidad Popular.
la pegaron con el nombre: popó
Que terrible, estamos asistiendo a la consolidación de una nueva dictadura del tipo de la de Cuba. Chile se salvó de la UP que menciona Javier.
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