De todas las muertes de famosos que andan pululando por Argentina y el mundo la que más me tocó fue la de Andrés Cascioli.
Empecé a asomarme a ver el mundo de la política a través de las páginas de la revista Humo(r), dirigida por él durante los años que duró.
Empecé leyendo la revista a través de números atrasados comprados en ferias de plazas. Las caricaturas de las portadas, geniales dibujos hechos por Cascioli, quedaron grabadas en mi memoria.
La censura del gobierno militar, los desaparecidos, las bandas parapoliciales, los grupos de derechos humanos, cantantes prohibidos, políticos recién vueltos del exilio, etc. eran las figuras que poblaban sus páginas tanto en las columnas serias como en las historiestas humorísticas. Todo eso era la Argentina política para mí en ese tiempo.
Luego vendrían otras épocas y muchos cambios. Seguramente no leería hoy la Humo(r) de aquellos días con la misma mirada que en aquellos tiempos.
Mi vida me ha llevado por otros caminos y otras formas de apreciar la realidad. Sin embargo no quiero dejar de recordar a alguien que marcó una etapa en la historia del humor político en Argentina.
Por cierto. Es una triste ironía que al momento de la muerte de Cascioli el humor político esté otra vez en auge en el país en la versión berreta y hueca del Gran Cuñado de Tinelli.
1 comentario:
Yo leía la revista Humo®. Era un poco pendex pero creo que era muy buena. Me compraba también la Expreso Imaginario y la Pelo.
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