13 de julio de 2009

Behavior pattern


Durante los últimos años, el presidente venezolano Chávez ha perseguido a los medios de comunicación que luchan por preservar la libertad de prensa, y la OEA no dijo nunca una sola palabra.
También enmudeció cuando el mismo Chávez generó un golpe de estado caraqueño contra el alcalde Antonio Ledesma, al crear ilegalmente el cargo de Jefe de Gobierno de Caracas con rango jerárquico superior.
Ledesma perdió entonces el manejo del presupuesto y sus oficinas.
En ese momento no importó que Ledesma fuera un gobernante elegido por el pueblo y que, según la Carta Democrática Interamericana de 2001 que promueve la democracia en la región, los países miembros estuvieran obligados a defenderlo.
Tampoco dijo nada sobre la génesis del conflicto hondureño: la decisión del mismo Zelaya de ignorar las resoluciones de la Corte Suprema de Justicia de Honduras y del Congreso, que lo obligaban a renunciar a su intento de reelección presidencial.
...
En el año 2001 las naciones que componen la OEA llegaron a un acuerdo, y lo plasmaron en una Carta Democrática.
En ella se comprometieron a defender las estructuras democráticas en el continente.
Es imposible que la OEA pueda hacerlo, y la causa de este impedimento radica en que algunas de sus naciones miembros entienden a la democracia de una manera muy bizarra.
El ejemplo más claro y sencillo para explicar esto es la situación de Cuba.
¿Cómo se entiende la apertura para que este país se incorpore a la organización interamericana si existe esa Carta Democrática del año 2001?
La respuesta para que podamos entender este fenómeno la dió, de manera insólita, Fernando Solanas, el director de cine argentino y político nacionalista, que cosechó un importante volumen de votos en la última elección de la Ciudad de Buenos Aires.
En oportunidad de una reciente visita a Venezuela y Cuba, Solanas afirmó que estos dos países gozaban de una plena democracia.
Fue sorprendente escuchar esa definición que rebate lo postulado por el mismo inventor del comunismo -es el sistema que rige en Cuba hacia el cual se dirige Venezuela- Karl Marx, quien explicitó claramente que su funcionamiento se puede realizar únicamente a través de una dictadura, la del proletariado.
Así como Solanas trató de disfrazar una dictadura de democracia, la OEA acciona de manera hipócrita al invitar a Cuba para que se reincorpore, sin dar importancia a que el sistema que rige en ese país se dé de bruces con el compromiso asumido en defensa de la democracia.

Tata

Bueno, a Chávez, Correa, Ortega, Morales e incluso a la botóxica incombustible, hasta una polilla insignificante como yo los entiende -desde el asco- en tanto y en cuanto no tengo dudas que en el fondo son dictadores patéticamente disfrazados de demócratas.
Y no tengo problemas en comprender -desde la aberración- a los tiranos Castro, quienes desde hace medio siglo sostienen abiertamente el totalitarismo.
Pero me resulta absolutamente incompresible el patrón de comportamiento que se evidencia en el silencio incoherente y obviamente permisivo de Brasil, de Uruguay e incluso de Chile.
¿Cuál es la idea?
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2 comentarios:

perogrullo dijo...

No hay liderazgos. Son todos truchos, el más trucho de cabotaje es Lula. Eso sí. es un trucho importantchi. Y el supremo trucho es el tostao Obama que es tan trucho que destiñe al primer lavado.

Volvé Reagan, te queremos.

perogrullo dijo...

Respecto a los porteños. Somos unos ignorantes ilustrados.

Muchos en Barrio Norte y Recoleta, posiblemente empleados en una multinacional, votaron a quien será su verdugo: Solanas, porque vive en San Isidro y es un vago como ellos.

Unos soberanos boludos.