Desde hace varios meses, como en el 2006 sucedió con Acevedo, se ha hecho evidente la antinomia Peralta-Kirchner, y a pesar que muchos integrantes de este gobierno lo demientan, se puso en marcha el operativo político para aislar al Gobernador, retirarle todo el apoyo político y financiero, generar una campaña mediática de desgobierno, impulsar hacia adentro del FPVS un terremoto partidario que tamice los kirchneristas de los otros, y evacuar a los rescatables, antes de iniciar la fase final que es la de destruir directamente el capital político del mandatario provincial dibujándolo ante la sociedad que le dio el voto como un ser semi-inerte que no acierta a tomar una decisión con buen rumbo, e instalar seguidamente la idea de que el recambio es irremediable y necesario.
En ese momento aparecerán los salvadores, léase el kirchnerismo ad-honorem de Santa Cruz liderado por su padre ideológico, que no dudará en pisar cabezas para clavar la bandera de la tercera victoria consecutiva sobre un consanguíneo partidario que no cumplió con la letra del dKlogo.
U24
Bueno, peor que perder en Buenos Aires fue la humillación de Santa Cruz.
Van a hacer cualquier cosa para recuperarla.
Porque el peronismo no perdona a los que pierden en su propia casa.
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