Traer a Shalit a toda costa.
Ésa es la intención.
Ese soldado que vive en la cabeza de millones de israelíes y que a ciencia cierta nadie sabe dónde vive.
Claro... si es que vive.
Porque de momento las únicas pruebas de su existencia son esas intangibles y escurridizas palabras de los altos miembros de Hamás.
Ni una foto.
Ni un video.
Ni una carta.
Shalit es poco más que un recuerdo.
Radio Jai
Dear Aviva Shalit, I always shied away from writing anything about your son's case, because the stakes are so high.
Your open letter to me too, nevertheless, now authorizes me to answer.
So, I'll be short and say this: I don't think the Israeli people can help you.
I don't think the Israeli government, whatever we might think of it, can help you either.
Why?
Because the ransom is unreasonable.
There also is halacha (Jewish Law) on this.
Jews have had kidnappings all through the generations.
Your Gilad is not the first one and will not be the last, G-d forbid.
Our Sages teach us not to pay more than what the hostage's worth, so not to encourage the phenomenon of kidnappings.
The price for Gilad's liberation therefore should be 1 (one) ordinary hamas terrorist with no blood on his hands.
As the price set for him by his captors is not one hamas operative, not 10x, not 100x, but a 1000x higher than what we are allowed to pay for him legitimately, it is my opinion that you should not write letters to us, asking us -in substance- to break our laws.
The Torah Revolution
Más de 2500 palestinos murieron en la Franja desde el secuestro de Shalit.
La última operación constituyó uno de los principales motivos de las acciones del Ejército israelí en Gaza y, por ello, parte importante de esos muertos se asocian a la reacción israelí.
Miles de viviendas fueron destruidas y más de 10000 habitantes resultaron heridos.
El cierre de los cruces quedó sellado.
Parece que en la Franja no hay casa que no haya sentido el precio del secuestro.
Sin embargo, Hamas mantiene lo suyo.
La economía de la Franja colapsó.
La desocupación y la pobreza alcanzaron nuevos niveles negativos, y en Gaza se renuevan las fracciones extremistas influidas por las organizaciones de la Jihad Mundial.
...
En la práctica, hay un dato significativo que aún no se modificó: en el momento en que Israel incrementó, de manera significativa la magnitud de sus concesiones hacia Hamas, en el marco de las negociaciones, los secuestradores no se movieron ni un milímetro de sus exigencias mantenidas durante los tres años transcurridos.
Cidipal
Bueno, todo el mundo sabe que Shalit es un soldado que fue secuestrado -durante el ataque el teniente Hanan Barak y el sargento Pavel Slutzker fueron asesinados- en Eretz Yisrael por una banda de asesinos, por autores confesos de miles de atentados terroristas, con el objetivo último -según sus propios dichos- de arrojar a todos los judíos al mar para así poder instaurar un régimen atroz en la región.
Sus días de cautiverio se cuentan aquí.
...
¿Está herido?
¿Está enfermo?
¿Está muerto?
No tengo forma de saberlo.
Ni autoridad para decir qué es lo que debe hacer el Estado de Israel en esta situación.
Solamente puedo sentir el dolor junto a su Mamele, y aunque siento en mi corazón su sufrimiento -aunque incluso una desgracia de esa magnitud me tuviera a mí como su víctima- sigo convencida que con los terroristas no se negocia: hay que ir donde cobardemente se ocultan, y matarlos a todos.
Por amor a Tzión no callaré, por amor a Yerushalayim no descansaré, hasta que salga como resplandor su justicia, y su salvación se encienda como una antorcha.
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