5 de julio de 2009

Stanford Prison Experiment


Recién termino de ver una dramatización alemana del poco conocido Experimento de Prisión en Stanford. Inspirado en los experimentos de Stanley Milgram, éste fue un intento de estudio sobre las reacciones de los participantes -voluntarios- asignados al azar en los roles de guardias y prisioneros donde, conforme el paso del tiempo, surge una dinámica en la que terminan casi todos aceptando los roles dados, como si fueran reales.
El experimento tuvo que ser suspendido antes de la finalización prevista.
Escalofriante lo que se puede ser capaz de hacer cuando se cede al condicionamiento del entorno y a la figura de la autoridad externa... Mal sueño para esta noche.

8 comentarios:

José Luis dijo...

¿No era Philip Zimbardo?

José Luis dijo...

Ah, ahí vi lo de la Wiki. No conocía el experimento de Milgram.

Zimbardo sigue dando conferencias sobre esos temas, hace un tiempo vi algo en BoingBoing.

BlogBis dijo...

Leí del experimento hace como 20 años en un libro de Irwing Wallace.
Las enseñanzas son fantásticas, y ayudan a entender muchísimos comportamientos que se padecen a diario.

Klaus Pieslinger dijo...

Me quedé pensando esta mañana, cuánta similitud puede haber entre esto, y el hecho que a repetición un número de votantes elige jugar a "prisioneros y carceleros", sabiendo que los roles serán o ya están repartidos... los voluntarios al experimento cobraban un estipendio sin importar el rol que les tocaría... los votantes que eligen ser prisioneros esperando también cobrar beneficios... porque la gran parte de supporters de autoritarismos sabe que no va a estar en un cargo de poder...

José Luis dijo...

El "Efecto Lucifer", o cómo buena gente toma más o menos automáticamente roles terribles porque "el rol se lo pide".

Sin embargo, no todo está perdido. Acá está Philip Zimbardo (bastante luciferina también su estampa) en el ciclo 2008 de TED diciendo cómo se sale de eso: heroísmo. Siempre tenés a alguno que se "despierta" de ese zombismo de los roles, y despierta a todos los demás. Pone como ejemplo al soldado que denunció a sus compañeros, superiores, Dios y María Santísima con el tema de las violaciones a los DDHH en la prisión de Abu Ghraib. Lo amenazaron de todos lados, lo execraron, pero el pibe se mantuvo en sus trece (¿de dónde viene este dicho, "mantenerse en sus 13"), y se armó el quilombo que se armó.

JL

José Luis dijo...

Zimbardo himself explaining this at TED 2008.

Muy interesante. Muy.

JL

Klaus Pieslinger dijo...

Gracias por el video!

Victor dijo...

Asustante.

Lo leí hace un tiempo y lo reviví ahora googleando.