26 de julio de 2009

The ubiquity of loops


Lo miré inquisitivamente...
...
Lo digo en serio. Cuando yo era pequeño, Suecia era todavía un país en el que uno zurcía sus calcetines.
Yo aprendí incluso en la escuela cómo se hacía.
Luego, un día, de pronto, se terminó.
Los calcetines rotos se tiraban.
Nadie remendaba ya sus viejos calcetines.
Toda la sociedad se transformó.
Gastar y tirar fue la única regla que abarcaba de verdad a todo el mundo.
Seguro que había quienes se empecinaban en remendar sus calcetines.
Pero a esos ni se los veía ni se los oía.
Mientras este cambio se limitó sólo a los calcetines, quizá no tuviera mucha importancia.
Pero se fue extendiendo.
Al final se convirtió en una especie de moral, invisible, pero siempre presente.
Yo creo que eso cambió nuestro concepto de lo bueno y lo malo, de lo que se podía y lo que no se podía hacer a otras personas.
Todo se ha vuelto mucho más duro.
Hay cada vez más personas, especialmente jóvenes como tú, que se sienten innecesarias o incluso indeseadas en su propio país.
Y... ¿cómo reaccionan?
Pues con agresividad y desprecio.
Lo más terrible es que, además, creo que estamos sólo al principio de algo que va a empeorar todavía más.
Está creciendo una generación ahora, los que son más jóvenes que tú, que van a reaccionar con más violencia aún.
Y ellos no tienen el menor recuerdo de que, en realidad, hubo un tiempo en el que uno se remendaba los calcetines.
Un tiempo en el que no se usaban y tiraban ni los calcetines ni las personas.
...
Mi madre recuerda que cuando era niña no había basura (eran los años treinta, en un pueblo de Castilla).
Los alimentos no venían envasados.
Las mondas de las patatas iban a los cerdos.
Las de la fruta… casi no había fruta.
Los pocos envases que había se reutilizaban: con dos latas grandes de sardinas, unidas por el borde abierto, el hojalatero hacía un bidón para aceite.
Las latas pequeñas las usaban los niños para, poniendo carretes de hilo como ruedas, hacerse un carro o un tren de juguete.
Y las niñas jugaban con muñecas de trapo, rellenas de serrín, en las que habían pintado los ojos y la boca.
Los trapos que se rompían se los llevaba el trapero, que daba a cambio un cacharro: un plato, un vaso, una cazuela.
Con tan pocos residuos, por la noche no pasaba el camión de la basura.
Los pocos residuos se llevaban a un muladar en las afueras.
¿Por qué ahora hay tantísimos residuos?
Porque nuestros procesos han dejado de ser circulares, y han pasado a ser lineales.
El residuo es el extremo del proceso, pero un círculo no tiene extremo.
¿Por qué antes predominaban los procesos circulares?
Porque la sociedad era un ente natural, no un producto.
Y todos los entes naturales se regulan mediante procesos circulares, a diferencia de los sistemas creados por los ingenieros, que suelen ser lineales.
Un proceso lineal se puede formar en la naturaleza, pero no puede perdurar: acaba encontrándose con los límites del ecosistema, que ya no lo puede sustentar.
Ahora todas las noches pasa por mi calle el camión de la basura.
Su ruido me recuerda que, en una generación, hemos organizado nuestra vida en procesos lineales.
Y que, por tanto, no podemos perdurar.

Aquí

¿Leyeron 'The Fifth Woman' -Den femte kvinnan- de Henning Mankell?
...
Bueno, una especie de 'catastrofismo' mezclado con 'todo tiempo pasado fue mejor' y ese tipo de nostalgias que lo único que hacen es ponerme un poquito más triste de lo que ya estoy.
.

4 comentarios:

Klaus Pieslinger dijo...

Nostalgia es recordar las cosas buenas del pasado tal como éstas no sucedieron...

Rāḥēl Reznik dijo...

La vida es una única certeza, rodeada de una sumatoria infinita de circunstancias.

Klaus Pieslinger dijo...

Proceso lineal: del Génesis al Apocalipsis?
Proceso circular: Brahma, Vishnu, Shiva, y vuelta a empezar?

Andy dijo...

No entiendo; la tesis sería algo así como: "volvamos a zurcir medias, a jugar con muñecas de trapo, y valoraremos más a los seres humanos",es decir: "la pobreza nos humaniza" ??????
Ver África y América Latina hoy si querés ver pobreza y desprecio por la vida.