16 de julio de 2009

You're being unfair to some of us


Parece que se viene una discusión sobre el tema de la coparticipación, un tema por cierto bastante espinoso.
Bueno, no me quiero dispersar en discutir si es justo o no que algunas provincias resignen recursos a favor de otras.
Lo que sí estoy segura que los estados crónicamente deficitarios, si es que merecen recibir auxilios -de una manera u otra- la modalidad actual es absolutamente incorrecta.
Estos territorios sostienen costosísimas legislaturas, ministerios, etc, en fin, todo un 'aparato' que intermedia y que se queda con la parte del león.
Vendría bien un sinceramiento: que esas regiones elijan en todo caso a su representante, pero que de todo lo demás se ocupe directamente el gobierno nacional.
Quiero decir: si quieren tener policía, que se la paguen, y si quieren tener Poder Judicial, lo mismo, y etc.
En varias provincias la ventaja en la coparticipación -que es a expensas de otras, obvio- se utiliza para financiar y sostener estructuras políticas parasitarias que no tienen razón de existir.
Los casos de Formosa y del Chaco, para nombrar algunos de los más notorios en estas tierras de promisión, son paradigmáticos.
Que una parte de los recursos de las provincias más ricas se destinen a ayudar a los pobres de otras puede estar muy bien e incluso ser algo loable, pero que con esa plata se sostengan estructuras burocráticas y definitivamente clientelísticas es una abominación, teniendo en cuenta que -en realidad- a nadie le está sobrando nada.
Así, los bonaerenses y los santafesinos -por ejemplo- deben estar al tanto que con sus impuestos en realidad están solventando las absurdas dietas y los desmesurados gastos conexos de los legisladores de aquellos estados deficitarios que, como garrapatas, succionan incansablemente sus recursos.
Pero no hablo solamente de las legislaturas.
En el paquete están los ministerios, las secretarías y sub-secretarías, los 'entes', los juzgados, la policía, y demás.
Yo estoy convencida que la Nación debe propiciar un desarrollo armónico del país en su conjunto, pero la realidad actual es insostenible.
En promedio, un diputado provincial demanda al fisco como mínimo -entre dieta y contratos- unos $ 150.000 mensuales.
Ni hablemos de las reparticiones, los funcionarios, los concejos deliberantes y demás inventos.
...
Si van a repartir, ya que tienen la manía de la re-distribución- que por lo menos la plata le llegue a la gente pobre, y no a estos parásitos.
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3 comentarios:

Sine Metu dijo...

Hay que volver a los territorios nacionales, y descabezar el gasto público parasitario, pero ¿quién le pone el cascabel al gato?

Rāḥēl Reznik dijo...

Para empezar, lo hacemos en el blog!
Creo que es una buena causa, y que con el tiempo muchos pensarán igual al darse cuenta que es la verdad.
:)

Klaus Pieslinger dijo...

La coparticipación es la versión socialista a escala regional de la "redistribución de riqueza", castigando a los productivos y premiando a los que podrían hacer un esfuerzo. Siempre lo mismo en distintas dimensiones.