Chronicle of a Death Foretold

La desaceleración en la creación de empleo -seguida de la destrucción de puestos laborales- y la presión inflacionaria han vuelto a sumergir en la miseria a millones de argentinos, y según el economista Ernesto Kritz, el nivel de pobreza ha retornado a los índices de 2001, informó La Voz del Interior, de la ciudad de Córdoba.
En el marco del almuerzo de trabajo organizado ayer por la Fundación Mediterránea, el director ejecutivo de SEL Consultores aseguró que la pobreza ya trepó 'a 37% en el Gran Buenos Aires, es decir, igual que en mayo de 2001 y mayor al promedio de la década de 1990'.
Ese registro llega a 45% en el sector informal de la economía, en el cual la indigencia asciende a 17%.
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Pero 2 de cada 10 adolescentes de entre 13 y 17 años no estudian ni trabajan, el 62% de los argentinos no tiene cloacas, el 58% no tiene gas natural y el 33% carece de agua potable.
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La medición choca con las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), con datos que corroen el discurso oficial de la redistribución social.
La diferencia se explica por la manipulación en los valores de la canasta básica, 'que al ser subestimados, no reflejan fielmente por dónde pasan las líneas de pobreza e indigencia'.
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En otras palabras: la Argentina es cada vez más pobre.
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En los hogares más pobres, el 60% de los chicos menores de 18 años no recibe ayuda del Estado; mientras que en el 97% de los más ricos todo chico recibe algo.
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Con datos que coinciden con los resultados de la encuesta del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, Kritz señaló que la tasa de desempleo es de 10,4% en Buenos Aires y de 12,3% en el conurbano, con picos de hasta 17,8%.
El dato más preocupante es que el índice de desocupación llega a 21% en el sector informal.
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U24

Bueno, el populismo siempre simula ser revolucionario y distributivo, pero eso -simular- es lo único que hace bien.
De ese modo entusiasma a jóvenes inexpertos, a intelectuales bienpensantes e incluso a gente solidaria y crédula que suele anotarse en todos estos absurdos.
La mayoría se deja seducir por sus soporíferos malabarismos ideológicos, que al ser aplicados durante un tiempo desembocan -indefectiblemente- en más pobreza y en más atraso.
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El populismo nunca se cansa de decir que todo lo hace por el bien de los pobres.
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