Lo mas destacable de don Juan Galo fueron sus monumentales pelotas. Bien o mal, un soldado de fierro, desde Ituzaingó a la noche del Quebracho Herrado.
En el país de las infidelidades y las traiciones fue capaz de mantener un ejército fantasma que le fue fiel hasta a su cadáver.
Una raza cuyos miembros se cuentan con los dedos de la mano. No se me ocurren, salvo José María Paz, o Lamadrid otros muchos.
5 comentarios:
Lo mas destacable de don Juan Galo fueron sus monumentales pelotas.
Bien o mal, un soldado de fierro, desde Ituzaingó a la noche del Quebracho Herrado.
En el país de las infidelidades y las traiciones fue capaz de mantener un ejército fantasma que le fue fiel hasta a su cadáver.
Una raza cuyos miembros se cuentan con los dedos de la mano. No se me ocurren, salvo José María Paz, o Lamadrid otros muchos.
No es mala idea, digo, siguiendo con la analogía.
El infeliz que hizo que San Martin se volviera indignado a europa
Prefiero a a Lavalle antes que a Rosas o a Dorrego, me importa tres carajos lo que haya pensado San Martin.
Daniel, San Martín se embarcó en 1824 cuando Lavalle ni siquiera había combatido en la guerra contra el Imperio.
Se te confunden bastante los tantos.
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