26 de agosto de 2009

The tunnel industry


Una delegación de expertos de los Estados Unidos se encuentra en Egipto para ayudar en la guerra a los túneles de contrabando de Gaza.
Los residentes de Gaza han construido cientos de túneles bajo la franja de 3,5 kilómetros de tierra que conecta Gaza con Egipto.
Los túneles se utilizan para el contrabando y el mercado negro de bienes y armas.
Las armas, incluyendo bombas, cohetes, y misiles antiaéreos, se distribuyen entre los grupos terroristas locales.

Maayana Miskin

Hablando de túneles, los de Gaza desembocan en la superficie de los jardines o las habitaciones de las casas, en el lado egipcio de Rafah.
Muchos residentes los permiten porque son solidarios con la causa palestina, o porque están dispuestos a prestar sus propiedades a cambio de dinero, o ambas cosas.
Los túneles son construidos por grupos que trabajan en turnos diurnos y nocturnos de diez personas cada uno, y ganan cerca de US$ 15.- por metro de túnel construído.
Administrar esos túneles es -para algunos- un gran negocio.
Se ha probado que cuando disminuyen las hostilidades y el cierre de los pasos se atenúa, los propietarios y/o administradores de los túneles pagan a los jóvenes para que vuelvan a tirar cohetes contra Israel, para así mantener el statu quo y continuar con el negocio.
Un túnel bien administrado es una empresa próspera: produce decenas de miles de dólares por semana -hasta que se derrumba o es destruído- y los riesgos los corren otros.
El precio de cada producto que pasa por cualquier túnel se recarga además con un impuesto para Hamas, que recauda por ese concepto millones de dólares.
La destrucción de un túnel es un proceso complicado, porque implica ir a una zona de peligro, colocar los explosivos, y destruir la vivienda que alberga la entrada, y en muchos casos las casas vecinas, o sea un verdadero desastre.
Y ni hablar cuando no se puede entrar, y tienen que ir los aviones.
Israel se ha visto obligada a restringir o incluso no permitir el paso de alimentos enlatados, porque se comprobó que el metal de los envases era utilizado luego en fundiciones rudimentarias para fabricar artefactos bélicos, y lo mismo ha pasado con otras mercaderías, como los fertilizantes que se emplearon para hacer explosivos.
Y por los túneles se transportan además de las armas esos elementos, que indudablemente son imprescindibles para la subsistencia de la población, pero también artículos suntuarios, e incluso hay un tráfico de personas.
La situación es de una complejidad enorme, pero es muy difícil para Israel volverse permisiva, porque de hacerlo enseguida se renovarían los ataques de Hamas, lo que ya ha sucedido en varias ocasiones.
Como Hamas es una organización extremista, es prácticamente imposible entablar con sus dirigentes cualquier diálogo constructivo, ya que su razón de ser no pasa por atenuar las penurias que sufre el pueblo que dice representar, sino por mantener sus fines últimos, por más aberrantes que éstos sean.
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