La política de transferir utilidades realizadas y también 'utilidades devengadas' por diferencias de cambio [ganancia en pesos de la valuación de las reservas en moneda extranjera], comenzó a tener cada vez mayor importancia en el financiamiento del sector público.
En este contexto, la devaluación del peso dejó de ser un instrumento de 'competitividad' o de acumulación de reservas contra crisis cambiarias, para pasar a ser un mero instrumento fiscal.
El Banco Central administra la devaluación, contabiliza ganancia cambiaria y transfiere esa ganancia al Tesoro.
Este mecanismo, en el marco del estancamiento de la demanda de dinero, implica volver a utilizar el impuesto inflacionario como forma de financiamiento del Fisco.
El ancla nominal se ha perdido, y ello explica porqué tenemos hoy un escenario de estanflación, en dónde con una caída del Producto no menor al 3% anual, la tasa de inflación verdadera no baja del 1-1,5% mensual y porqué, el año próximo, para que las cuentas cierren, el Central tendrá que aportar, al menos, unos 40 centavos de peso por dólar acumulado de reservas, con su devaluación administrada.
Y el Tesoro tiene que recurrir al Banco Central, pese a la expropiación de los fondos de pensión y una presión tributaria récord, simplemente porque el Kirchnerismo no cumplió, en estos años, con la segunda regla básica de un esquema fiscal 'sano': que el gasto público no evolucione amplificando el ciclo económico.
Por otra parte, el esquema de retenciones a la exportación que centralizó recursos en el nivel federal, también terminó ahogando a las provincias que, en su propio esquema de explosión de gasto, no encuentran ahora financiamiento genuino que no dependa de la discrecionalidad y la negociación política con el gobierno central.
Y esto me lleva al 'ancla de largo plazo' que es la que determina el crecimiento de la inversión.
En efecto, Kirchner y el kirchnerismo se encargaron con sus arbitrariedades, violaciones sistemáticas de los derechos de propiedad, intervencionismo irracional, control del poder judicial, enfrentamientos con los sectores productivos, marañas de subsidios, etc. de reducir el esquema de inversión, casi al exclusivo reducto del 'capitalismo de amigos'.
Pero claro, la derrota electoral de junio ha puesto en duda la continuidad del proyecto K más allá del 2011, aunque hoy no lo parezca por la atomización y debilidad de liderazgos de la oposición.
Esas dudas limitan la inversión de 'los amigos' teniendo en cuenta que éstos dependen de que el poder siga en manos de Kirchner.
En síntesis, la Argentina ha perdido el ancla nominal de corto plazo al borrar la frontera entre la política fiscal y la política monetaria y ha perdido el ancla de largo plazo para el capitalismo de amigos que implican las dudas sobre la continuidad del kirchnerismo más allá del 2011.
Szewachnomics
Inflación, devaluación, estanflación, estafas, demagogia, populismo de cuarta, mentiras oficiales, absurdismo, anunciocracia, montonerismo, peronismo, fábrica de pobres, y más de lo mismo en la tierra de promisión.
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