El empresario Giuliano Tuzi jamás olvidará las vacaciones de 2009 en Brasil.
Está encarcelado por un presunto delito de pederastia. Una pareja vio cómo este hombre jugueteaba con una niña de ocho años, la acariciaba y la besaba. Por eso le denunciaron a la policía. Todo ocurrió en la piscina de un hotel en Fortaleza, delante de todo el mundo.
RTVE (España)
Lo patético del caso es que este hombre y la niña son padre e hija.
El que observa esto y no conoce Brasil pensará que en ese país hay tan pocos temas por qué preocuparse respecto a la explotación sexual de las mujeres que la única tarea que queda a las autoridades es juzgar el tenor de los juegos cariñosos entre un padre y su hija en la playa. Lamentablemente la realidad muestra todo lo contrario.
1 comentario:
realmente no entiendo esto de demorar a una persona varios dias en prision en los casos en que la duda es enorme, solo porque "hay que respetar los horarios laborales"
macho, no es joda!
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