A principios del mes pasado, una catástrofe conmocionó a [nuestra] sociedad.
La publicación de una noticia en los diarios provocó un diluvio de [reacciones] de escritores.
En cuanto a mí, no me sorprendió, sólo que no podía comprenderlo y me llevó algún tiempo entender lo que había ocurrido.
Dos niñas en los albores de su juventud, 15 y 16 años... [y] sin haber todavía emergido del capullo de la inocencia, se sospechaba [pasaban rato compartiendo con muchachos] y fueron detenidas [por la policía religiosa].
Los funcionarios que las arrestaron eran de esta sociedad, y conocían mejor que nadie cómo reacciona una familia que se le informa de tal incidente donde se involucraba a una de sus hijas y también a lo que una muchacha pudiera estar expuesta por parte de su familia y la sociedad después de haber sido arrestada.
Pero estos [funcionarios] no tuvieron compasión por las muchachas, [a pesar del] aire de niñez que emanaba de ellas, y llamaron por teléfono a su padre.
Me imagino a [las dos muchachas] Rim y Nouf en espera de su padre, sus jóvenes corazones repletos de alegría por haber sido rescatadas, a pesar del miedo que las llenaba...
Una vez que su padre las recogió... no habían tomado su primer paso... [antes] de que fueran recibidas por los disparos de la muerte, enterrándolas vivas.
¿Qué oraban sus almas en ese momento?
Maliha Al-Shahhab
A la redactora del artículo que publicó el diario saudita Al-Watan le convendría cuidarse, porque tranquilamente ella puede ser la próxima.
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1 comentario:
Y USA sigue teniendo a estos animales sauditas de aliados?
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