Blow job

Como verán en las fotos recién terminamos de bailar, pero no me olvidé del post, así que ahí vamos:
Bueno, lo siento mucho pero yo tengo una visión un poquito más poética del asunto.
Es que no existe en Təˈnax nada equivalente a los recientes y tan agresivos dichos del 'embajador deportivo' de la ex- República Argentina, en ocasión del final de un partido de fútbol absolutamente mediocre, que no es más que el fin de una serie más mediocre aún.
Creo que no hay discusión que el beso amoroso es una de las cosas más sublimes que puede hacer un ser humano en este valle de lágrimas, y ese acto, como expresión de un sentimiento profundo y sincero, y por lo tanto absolutamente voluntario, en realidad no tiene por qué estar sujeto a limitaciones o regulaciones moralistas.
Siguiendo el hilo, todo el mundo sabe que existe un beso 'prohibido' en Təˈnax, expresado en una forma sumamente delicada y sensible, que de ninguna manera hiere a a nadie, sino que -por la elegante forma en que se expresa- lo hace mucho más sublime aún.

[Shir ha-Shirim Rabbah -שִׁיר הַשִּׁירִים- -Song of Songs- Chapter 7]

What will ye see in the Shulammite?
How beautiful are thy steps in sandals, O prince's daughter!
The roundings of thy thighs are like the links of a chain, the work of the hands of a skilled workman.
Thy navel is like a round goblet, wherein no mingled wine is wanting; thy belly is like a heap of wheat set about with lilies.

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Como siempre, el Təˈnax recurre a eufemismos, y en ese viaje maravilloso que hace el que ama -desde sus sandalias hasta sus pechos- obligadamente debe pasar por...
Bueno, no es necesario decir nada más.
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La absurda e hiriente expresión que propaló este engendro amorfo nos lastima, en tanto y en cuanto este anormal drogadicto de alguna manera representa ante el mundo a nuestro país en un deporte extraordinariamente popular, ya que si él fuera solamente un 'hincha' más, sus dichos pasarían desapercibidos en el universo de las frecuentes -y peores- guarangadas que caracterizan ese ámbito.
Pero él -desde su posición como máximo dirigente de la selección nacional- exaltó específicamente una conducta humana que si existe sin amor, ya sea por medio del dinero o la violencia -que es prácticamente lo mismo- es una de las situaciones más aberrantes y repugnantes que podemos imaginarnos.
En realidad, lo que este sub-humano confesó en su grosería infame es la forma en que él mismo y la mayoría de los que viven en la tierra de promisión -de una manera u otra- están en el mundo.
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Como pedí permiso y me lo dieron voy a decirlo claramente: a este repugnante parásito social con nuestros impuestos -obligadamente- le pagamos la descomunal cifra de US$ 1,2 millones por año para que eventualmente haga ganar a la selección, pero de ninguna manera para enterarnos de sus enfermizas y sádicas gratificaciones eróticas.
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