Cómo morirse de hambre sin morir en el intento

Siguiendo el hilo del post de Jorge quiero decirles que yo creo que es prácticamente imposible que alguien se muera de hambre en el Chaco, salvo que medien -por supuesto- circunstancias excepcionales.
Yo conozco bastante esa región -creo que alguna vez se los conté- porque mi amiga Tamara tiene una estancia ahí y me ha invitado muchas veces, y esa provincia la he recorrido casi casi toda.
Lo que sigue, entonces, no es porque me lo contaron sino porque lo conozco.
No estoy diciendo que en el Chaco no haya pobreza, que la hay, y mucha, pero eso de 'morirse de hambre' es una exageración.
En el Chaco no hace falta sembrar, con comerte algunas frutas y escupir las semillas alcanza y sobra.
Además, los recursos alimenticios son múltiples y variados.
¿Quién no tiene algunas plantas de mamón en el jardín?
Solamente un vago no se hace una huerta, ni cría gallinas, o cualquiera de esas cosas tan sencillas que la humanidad viene haciendo desde hace miles de años para sobrevivir pacíficamente.
Bueno, con una gomera cualquier chico puede cazar todos los pajaritos que quiera, porque hay millones.
Y no hablemos si vas a pescar a cualquier laguna.
En el supuesto que no tengas anzuelos, ni los necesitás, porque con un pedacito de carne atado a un hilo podés fácilmente capturar anguilas enormes para una 'fritanga' realmente espectacular (que varias veces comí y les confieso que realmente es algo exquisito).
Ni mencionemos las algarrobas, que lo único que te piden es que te agaches un poquito para recogerlas.
Ni de los panales llenos de miel, ni de las miles de fuentes de alimentación naturales que cualquier 'aborigen' no puede de ninguna manera desconocer.
El Chaco tiene períodos de sequías que alternan con lluvias intensas, y si bien en invierno en algunos días sabe hacer bastante frío obviamente nunca nieva; en la práctica es un lugar muy caluroso, y todo el mundo sabe lo que sucede en este mundo cuando hay tierra + calor + un poco de agua.
El Chaco, en el peor de los casos, es un lugar donde con muy poco esfuerzo podés mantener unida el alma al cuerpo.
Que en el Chaco mucha gente es pobre y no tiene dinero es cierto, pero de ahí a 'morirse de hambre' no, eso es inaceptable.
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Yo soy una insignificante, pero si me dejaran sola un mes en medio del Impenetrable con -digamos- un cuchillo y nada más, les puedo asegurar que volvería con algunos kilos de más, y posiblemente más saludable en todos los aspectos al mantenerme alejada obligadamente de los helados y de las golosinas, que son mi debilidad.
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La población aborigen del Chaco siempre fue 'recolectora'.
Cuando llegó el hombre blanco comenzaron a apiñarse en los barrios periféricos de las ciudades, pero por su carácter cerrado e impermeable nunca pudieron integrarse a un mercado laboral que -reconozco- es bastante precario.
No pasó mucho tiempo para que cayeran en manos de los políticos y de sus prácticas clientelísticas, y es así que los mantienen como parásitos para que cada dos años les den su voto.
Dejaron entonces de 'recolectar' y se prendieron a la teta del estado, y se pasan la vida mendigando.
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Así les va.
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Bueno, si alguien 'se muere de hambre' en el Chaco es porque es un vago, y a otra cosa mariposa. .