Mentirosos

Hace cuatro años se cayó la mentira que el español Enric Marco había tejido por treinta años, vendiéndose a sí mismo como sobreviviente de los campos de exterminio nazi. Ni Flossenburg, ni Mauthausen, ni nada. Pura imaginación y cara de piedra.

Ahora en un hecho parecido, se descubre que el australiano Rex Crane, que pretendió haber sido prisionero de los japoneses y haber sobrevivido la trágica construcción del ferrocarril a Birmania, es puro fraude y que durante la WWII no salió de Adelaida.

Me pregunto cuántos de nuestros heroicos supervivientes, que se pasan de reportaje en reportaje, y de estrado en estrado denunciando los males de la represión setentista no van a terminar algún día desenmascarados como estos crápulas.