19 de noviembre de 2009

BlogBis en Israel

Hace unos días el rabino Ovadia Yosef, líder espiritual de los judíos sefardíes y del partido Shas, condenó también a las 'Mujeres del Muro', a las que definió como 'unas desviadas que sirven a la igualdad y no a los dictados celestiales' por lo que 'deben ser condenadas'.

ADN

Es muy difícil contestar agravios sin agraviar, pero lo intentaré.
Quiero decirle al sabio Yosef que lo respeto y lo respetaré siempre, porque es un líder espiritual y también es un Rabino, y eso no es poco para mí.
Como quiera que sea, estoy segura que este buen hombre nunca se atrevería a decirme en la cara eso que dijo.
Podría hacer cientos de citas del Təˈnax para refutar su temeraria afirmación, pero no estoy segura que valga la pena, porque creo que él conoce los Textos mucho mejor que yo, pero igualmente lo intentaré:

Parasha Bereshit [2:21-24]

Elokim causó un profundo estado de somnolencia en el hombre, y éste se durmió; y Él tomó uno de sus costados y cerró la carne en su lugar. Elokim, con el costado que había tomado del hombre, construyó una mujer y la llevó ante el hombre. Y el hombre dijo: Esta vez es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Ésta será llamada Ishá (mujer), pues del Ish (hombre) fue tomada. Por tanto, el hombre dejará a su padre y su madre y se unirá a su mujer, y se transformarán en una sola carne.


Yo quisiera ahora que este sabio me explicara qué es lo que no entendió.
Estoy citando, Rebbe, la voz de Di-s.

Una sola carne, Rebbe, esa fue la orden de Di-s, que a Ud. tanto le cuesta aceptar.
Si Ud. cree que tiene línea directa con los 'dictados celestiales', no quiero ser amarga pero puedo asegurarle que no es así, ni siquiera remotamente.
Es más, Rebbe, me atrevo a decirle -respetuosamente- que Ud. al pensar y decir estas cosas está lejos, muy lejos de Di-s.
...
Yo soy una judía rústica e insignificante Rebbe, pero conozco a Di-s, y vivo entregada a El, y siento por Di-s un amor tan pero tan grande que no tengo palabras para contarlo.
Me entrego naturalmente a El desde pequeña, y lo haré siempre con alegría y placer hasta que El decida que ha llegado el tiempo de abrazarme.
...
Yo no soy nadie para juzgarlo a Ud., Rebbe, pero tampoco para perdonarlo.
...
El derecho de las judías a dirigir servicios de oración, a leer el rollo de la Torah, a vestir taledos, a cantar frente al Kotel, a hacer lo que quieran para estar más cerca de Di-s, Ud. no puede limitarlo.
Es muy simple, Ud no es quién para hacer eso.
Porque nosotras estamos desde que Di-s hizo al mundo, Rebbe, incluso desde mucho antes, así que creo que ha llegado la hora que reflexione y que se arrepienta de tener esos malos pensamientos.
...
Acérquese a Di-s, Rebbe, no es difícil.
Simplemente abra su corazón, y El hará el resto.
...
Se sorprenderá.
.

Este post fue publicado en Desde Israel.
¡Muchas gracias!
.

1 comentario:

marisa lopez dijo...

me alegra tu comentario. Ese tipo de cosas me desagradan mucho