El gobierno virtual que tenemos, como en las películas del lejano oeste, hizo rodar sus carretas, formándolas en circulo para defenderse, a como diere lugar, en los trecientos sesenta grados… y contra lo que fuese a aparecer.
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Curiosamente, los “indios” que cercaron al gobierno, no son de la “tribu de la oposición” (como parecería lógico o esperable), ni son tampoco de los organismos internacionales de crédito… y ni siquiera son los “notorios” o “famosos” cuya única diferencia con el mercenarismo empresarial, es su actual horizonte… vacío por completo de negocios.
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Son perros dobermann pinscher, claros descendientes del perro carnicero y del rotweiller… criados por ellos mismos… en un criadero de perversión.
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No son zurdos.
Quien crea esto, comete un craso error.
Ni siquiera saben… ni tiene la menor noción de los principios ideológicos de la izquierda, como posición geométrica de tan ancestral singularidad.
Más del 98 por ciento de ellos, no podrían referir o explicar ni siquiera un simple par de principios sociales de la izquierda marxista leninista y mucho menos que eso, no podrían tampoco expresar un módico concepto de convicciones sobre el progresismo vernáculo, devenido en el sofisma socialistoide.
Peor quizás: No diferenciarían progresismo, de paludismo… o de espiritismo o acaso… de aeromodelismo… por decir cualquier pavada, aunque parezca una broma todo esto.
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Gustavo A. Bunse
17 de noviembre de 2009
Los Degenerados
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