En tiempos en que le podía prestar mas dedicación al blog había una sección que se llamaba "Only in L.A.", donde no me refería a Los Ángeles sino a noticias insólitas de América Latina.
En esa sección cuadraría perfecta la noticia de la banda de degolladores desbaratada en Perú, que se dedicaba a carnear indigentes para aprovecharles la carne y la grasa. La policía los bautizó "pishtacos" aludiendo a la tradición andina que menciona a un asesino foráneo que cortaba a sus víctimas en tiras para usar -justamente- su carne y su grasa.
Ahora la cosa según parece que tenía por objeto exportar la grasa para uso en la industria cosmética, a la que que según veo en LA Times venderían a 60.000 dólares el galón: Para esto los pishtakos trozaban a sus víctimas y las ponían a drenar grasita prolíjamente colgadas.
Los detalles son escalofriantes y dejan a la novela El Perfume reducida a un cuentito.
3 comentarios:
La proxima vez que uses un jabon recuerdame.
Este tema me hace acordar a "Lituma en los Andes", excelente libro de Vargas Llosa que leí hace unos cuantos años, y por supuesto recomiendo.
Tengo "La Fiesta del Chivo" en la mesita de luz, pero todavía no lo empecé...
Conversación entre un turista y un conocedor:
"Huy, mirá que rico, pistachos..."
"No, pará que te explico..."
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