Cuando la extravagancia de estos dos desgraciados hace carambola con el ridículo, hay que hacer realmente un gran esfuerzo para no sospechar que se trata de una burla.
Tomar por idiota a toda la ciudadanía, es una práctica que ya no le alcanza a esta señora. Cruza alegremente la raya del delirio de la falsificación.
Y a la hora de buscar excusas, sin siquiera sonrojarse, su gesto no supera al de un niño escapado de una calesita. Cualquier colectivo, la deja bien .
Nos está mintiendo a la cara y ni siquiera se esfuerza por ser creativa.
Que este matrimonio falsifique hasta el agua mineral de la Rosada, no es una actitud nueva, pero ya llegan a unos límites de tal delirio que, como dijo Mark Twain, "nos hallamos hoy aquí, como quien esto escribe, suplicándoles por favor… que nos mientan con un poco más de seriedad."
Gustavo A. Bunse
15 de diciembre de 2009
Elegirán arrasar todo antes de morir
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3 comentarios:
Graves han de ser los pecados de este pueblo para que el Señor lo haya castigado enviándole este par de alimañas perversas.
Llevarse puesto un país :(
Llevarse puesto al peronismo :)
Tengo la impresión que la fiesta aún no comenzó.
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