La orden fue directa, como le gusta impartirlas al jefe de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray.
La escucharon siete colaboradores.
El fiel ladero del matrimonio Kirchner desde sus tiempos en Río Gallegos exigió 'acciones concretas' contra el campo y contra el Grupo Clarín.
Con denuncias penales incluidas.
Y les fijó un plazo: cinco días.
Pero no tuvo que esperar: ese mismo 10 de septiembre de 2009, 200 inspectores rodearon y entraron en la sede del diario Clarín.
La orden se impartió entre las 10.30 y las 11.15 de aquel jueves, según confirmó La Nacion al acceder a la copia del sumario que la AFIP abrió contra sus más altos funcionarios con responsabilidad directa sobre el operativo: Andrés Vázquez, a cargo de la Dirección Regional Sur Metropolitana, y su jefe Sergio Mancini, subdirector general de Operaciones Impositivas Metropolitanas y amigo de Echegaray.
En las horas que siguieron al operativo, y ya con un escándalo noticioso que recorrió el mundo, Echegaray afirmó que Vázquez y Mancini habían actuado por su cuenta, sin consultarlo, y anunció que había dispuesto 'el despido' de ambos.
No fue así.
Por el contrario, y ante la consulta de La Nación a mediados de noviembre, el titular de la AFIP admitió que el sumario concluyó que el operativo era irreprochable y que ambos funcionarios siguen trabajando.
Hugo Alconada Mon
Bueno, el mentiroso profesional enseguida salió a defender lo indefendible y declaró:
El operativo no fue de la AFIP sino de alguien que se tomó el trabajo de hacerlo, resaltó el Jefe de Gabinete..
Fue una operación que alguien ha financiado con la intención de poner al Gobierno como si estuviera presionando.
Aníbal Fernández
1 comentario:
¿Cuando vamos a reaccinar los argentinos? Etchegaray, Moreno y Anibal no resistirian un minuto en sus cargos en un pais normal. Parece que nuestro destino es Bolivia nomás.
Publicar un comentario