La posibilidad de ser el único hotel argentino capaz de contactar a más de 35.000 operadores turísticos, de 59 países, que representan algo así como el 70% del mercado mundial de agencias de viajes, no es una oportunidad que se da todos los días, ni que se pueda dejar pasar.
Eso le ocurrió al Hotel Alto Calafate, propiedad del matrimonio Kirchner, en el último TTG Incontri, la feria de turismo más importante de toda Italia, donde el hotel K fue el único representante de su clase en el stand argentino.
El evento, promocionado por el Instituto de Promoción del Turismo, dependiente de la Secretaria de Turismo de la Nación, junto a la Cámara Argentina de Turismo (CAT), se desarrolló en la ciudad de Rimini los días 16, 17 y 18 de octubre, y el hotel K tuvo el extraño privilegio de detentar el monopolio de la atención hotelera nacional, ya que no debió competir contra otros hoteles.
En efecto, compartió el imponente espacio argentino con 11 agencias de viaje, una empresa de cruceros y una casa de tango.
Esta no es la primera vez que un hotel del matrimonio presidencial cuenta con un trato preferencial del Estado.
En septiembre, Perfil.com dio cuenta de cómo Aerolíneas Argentinas promocionaba la Posada Los Sauces, el lujoso hotel boutique de los Kirchner.
A raíz de esa revelación, diputados de la Coalición Cívica presentaron ante la Oficina Anticorrupción una denuncia porque la empresa estatizada ofrecía descuentos para que sus pasajeros se alojen allí.
Perfil
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