22 de Diciembre - Martín Caparrós, terrorista devenido en periodista, argumenta en un artículo de Crítica la razonabilidad de una disolución de las FF.AA. argentinas debido a la ausencia de hipótesis de conflictos con países vecinos.
23 de Diciembre - Miguel Sarni, General de División retirado, responde a dichos argumentos demostrando que pueden surgir nuevos conflictos regionales y etc. que no vienen al caso... Y por qué digo que no vienen al caso?
El problema de esa excelente nota es que se cae en el error común de responder las argumentaciones de la izquierda cuando en verdad a la izquierda misma no le interesan sus propias argumentaciones que, en general, son sólo construcciones elaboradas para confundir o distraer, mientras que su verdadero propósito suele ser otro que se trata de mantener oculto.
Lo que a todo miembro del montonerato le interesa es terminar de liquidar a las FF.AA. -aún sabiendo que su capacidad operativa es casi cero, tanto como su voluntad- para el caso extremo de tener que enfrentar un conato de rebelión popular y hartazgo de tanta podredumbre moral, no exista la más remota posibilidad de echarlos, para lo cual cuentan además con el control desde el RENAR, algunas milicias piqueteras (de algunas otras están perdiendo el control) y eventualmente la participación / invasión con las FF.AA. venezolanas para sostener su delirante proyecto socialista en el poder.
Nunca olvidar que, de base, todos los montoneros no son sino traidores a la patria al servicio de Cuba y ahora también de Venezuela, y su destino histórico debe ser, como siempre ha correspondido a todo traidor, el pelotón de fusilamiento.
1 comentario:
Este Caparrós parece medio infradotado ya que desconoce el concepto de poder disuasivo en materia de Defensa.
Para ilustrarlo en este concepto propongámosle que cruce de noche alguna villa del gran Buenos Aires vestido de elegante sport y después lo vuelva a hacer con una .45 al cinto, en remera y jeans y me cuente la diferencia.
Las hipótesis de conflicto dependen del poder disuasivo que se exhiba, señor Caparrós.
Publicar un comentario