Mientras tanto, en el conventillo

Otro escándalo en Aerolíneas Argentinas.
Cuentas que no cierran, información poco clara y, cómo no, una pelea gremial.
El desencadenante, revelado por una inspección interna, volvió a ser insólito: a pesar de tener disponible un simulador de vuelo para Boeing 737-500 en Ezeiza, la compañía decidió hacer la instrucción de sus pilotos en Auckland, Nueva Zelanda.
Se pagaron viáticos en dólares, automóviles y traslados para 15 aviadores y sus mujeres durante un mes.
La situación provocó ayer la renuncia del gerente de Operaciones de la empresa, Daniel Rivas.

La Nación

Si viajaron únicamente los matrimonios me pregunto quiénes cuidaron a los chicos, le dieron de comer a las mascotas, o regaron las plantas del balcón.
No es justo que los pilotos tengan que ser sometidos a esos abusos degradantes.
Creo que llegó la hora poner fin a esta explotación, y de hacer tronar el escarmiento.