8 de diciembre de 2009

Resentido, machista, y algo más


Aquí entra un concepto de gran elasticidad denominado 'bienes gananciales'.
Son los efectos adquiridos por el matrimonio después de haberse constituido, excluyendo algunos casos muy específicos como herencia de los padres, etc.
Funciona de la siguiente manera: si Angie estaba casada con un genio productor de millones como Salvador Dalí, Diego Maradona, Elvis Presley o Jorge Luis Borges, le corresponde la mitad del patrimonio acumulado.
Por ejemplo: 500 millones de dólares.
Ahora bien, si Angie estaba casada con un honrado y prolijo Pérez, pintor de brocha gorda que trabajó 25 años para comprarse una casita de 30.000 dólares en Lanús, provincia de Buenos Aires, le corresponde la mitad de esa casita, que se convierte en casita entera para alojar a los hijos.
¡Cosa curiosa!
El trabajo que efectúa Angie de Dalí es igual al que realiza Angie de Pérez: parir a los niños, acompañar al marido, cocinarle y obedecerle. Limpiarle los mocos a los críos, mandarlos al cole y vigilar que hagan sus tareas.
Cocinar, cepillar, barrer, coser, lavar, secar, iluminar un hogar, hacerlo habitable.
En el caso de Angie de Dalí, dispondrá además de ropas espléndidas, viajes en crucero, cosmetólogas, masajistas y saraos en la Casa Real.
Digamos: placer.
En el caso de Pérez, dispondrá sólo de una siesta los domingos: el resto será carencia, esfuerzo y lucha.
Pero las dos Angies generan la misma riqueza: los 1000 dólares que cobrarían una buena mucama, una cocinera y una baby-sitter.
Al margen está, por supuesto, el amor que le brinda a su marido, porque el amor no se cobra: además es recíproco, pues él le otorga su amor a ella.
Mientras que Dalí (por su mente privilegiada) produce los susodichos 500 millones de dólares o 10.000 millones de euros, o más si es Bill Gates.
Pero todo hombre gana un dinero proporcional a su esfuerzo-talento-genio.
En cambio, toda Angie es acreedora a un emolumento fijo: la mitad de lo que gane él.
Independientemente de su dulzura, laboriosidad, eficiencia o ángel.
Para ella, siempre el 50, aunque no haya hecho más que meterle los cuernos y rascarse en la cama.
Lo merece y lo obtiene 'como mujer'.
De eso se aseguran las legisladoras, escribanas, juezas, secretarias de juzgado, camaristas, psicólogas, asistentes sociales, fiscales, peritas médicas, legistas... casi todas mujeres, especialistas en el 'tema familia'.
...
Angie tiene experiencia en la vida y por eso ha abandonado el sueño igualitario del feminismo.
Ya no quiere ser igual que los hombres.
Quiere chantajearlos con sus pechos, su vagina, su útero y sus hormonas.

...

Rolando Hanglin

Para el bueno de Rolando, el ideal de mujer es 'una buena mucama, una cocinera y una baby-sitter', a US$ 1000 por todo concepto.
Y 'en negro', por supuesto.
.

5 comentarios:

Klaus Pieslinger dijo...

Mal ejemplo elige para ilustrar su hipótesis:

Dalí, sin Gala, no era nada.

BlogBis dijo...

Dalí le daba a Gala la encantadora definición de "motor blando". Sin ella el mismo decía que no podía hacer absolutamente nada.

Bugman dijo...

Cada vez que se discute de bienes gananciales y divorcios, me viene la figura del gran Huberto Roviralta, prócer, ídolo, luz y guía de todo hombre que alguna vez haya soñado no trabajar nunca más.

Sine Metu dijo...

Me parece que la interpretación del texto no va para el lado que Hanglin pretende.

Releer "De eso se aseguran las legisladoras, escribanas, juezas, secretarias de juzgado, camaristas, psicólogas, asistentes sociales, fiscales, peritas médicas, legistas... casi todas mujeres, especialistas en el 'tema familia'."

Si no lo pescaste, volvelo a leer.

Anónimo dijo...

El regimen de "socciedad conyugal" con caracter de orden público, sin que los consortes puedan sustraerse de el, es algo que los liberales deberíamos tratar de cambiar.