A principios de los sesenta un intendente desarrollista que todavía muchos añoran tuvo la brillante idea de talar la mayor parte del arbolado urbano rosarino, para facilitar la limpieza y "modernizar" el centro de la ciudad.
Hace 2o años, un intendente de facto al que nadie quiere recordar volvió a forestar.
Hoy muchas calles del macrocentro tienen en verano esta sombra espectacular.
2 comentarios:
BlogBis genocida!
Uuhhhh que mal eso! Cómo que los plantó un intendente milico???
A talarlos todos!! Son árboles represores, por eso son verdes!
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