30 de enero de 2010

The case has turned to be hypothetical


El destino suele ser cruel con los políticos en decadencia.
Impacta ver a los otrora poderosos Kirchner desorientados por un yuppie de la City y un par de buenos abogados.
Parece demasiado poco para hacerle partido al matrimonio que hasta hace no mucho tiempo atrás, daba la impresión de controlar hasta la caída de última hoja del otoño.
Humillación del poder perdido que Redrado marcó a fuego esta noche con su renuncia. Había que verlo a este joven economista, radiante, feliz en una conferencia de prensa que tuvo como contrapartida el coro desafinado que encabezaron Aníbal Fernández y Agustín Rossi, subrayando su impotencia al rechazar una renuncia que ya se había producido.
Aportando de paso argumentos a la futura defensa legal del ex titular del Central, que logró así la inesperada confirmación por parte del Gobierno de lo que sostuvo todo este tiempo: que él seguía siendo el presidente de la entidad.
Ni el tiro del final le salió al kirchnerismo, que ya paladeaba la demolición de Redrado en manos del triunvirato Marcconato-Cobos-Prat Gay.
Ahora insistirán en que de cualquier manera el dictamen de esa comisión igual se realizará, autopsia innecesaria, ridiculez de malos perdedores que de mantenerse, someterán a la Presidenta al ridículo de recibir un 'consejo' sobre la destitución de un funcionario que ya no forma parte del Gobierno.
Acaso la metáfora perfecta de una administración que evidencia síntomas alarmantes de divorcio de la realidad.
Como las baladronadas de Zanini amenazando con fallos favorables en primera y segunda instancia que nunca llegaron.
Casi sería divertido sino se tratara de las personas que tienen a su cargo al conducción del Estado.
El problema de la política caprichosa es que suele chocar con una realidad que se las ingenia para ser incluso más tozuda, aunque de maneras insospechadas.
Así como resulta grotesco escuchar al jefe de Gabinete rechazando la renuncia del funcionario, al que días atrás impidió ingresar a su puesto por la policía, no deja de reflejar el clima mental que debe imperar en la Quinta de Olivos a la hora de analizar la realidad, la frase que le dedicó esta noche a lo que ya era un hecho consumado: 'la renuncia de Redrado no existe'.
O sea, existe sólo lo que nosotros decimos que existe.
Inesperado arranque kantiano del mismo funcionario que redujo la discusión del Central a una larga ristra de insultos, acaso la estación previa a las lágrimas.

Impotencia de argumentos, impotencia de ejecución.

Política Online

Teniendo en cuenta que el PEN lo echó primero y que luego -apurado por un fallo judicial adverso- pidió un consejo que según la ley debía ser previo, la intervención de la comisión bicameral en el caso Redrado era más que dudosa.
...
Bueno, ahora espero que el bueno de Cobos deje de hacer el ridículo y disponga la inmediata clausura de la bicameral, ya que luego de la renuncia del funcionario la cuestión ha devenido abstracta.
...
No corresponde que ningún poder del estado se pronuncie sobre cuestiones que han quedado sin gravitación alguna por devenir abstractas, porque no es propio de ningún gobierno ni está dentro de sus facultades emitir pronunciamientos de naturaleza académica.

No hay comentarios.: