30 de enero de 2010

Cualquier parecido es mera coincidencia


La ruina económica de Cuba, la dispersión de las familias, la pobreza generalizada, son solo una parte del saldo final de tan azaroso galope: ni una sola de las muchas carreras del homo-equino fue coronada con el triunfo.
Ahí están los resultados de los macroplanes económicos, de las decenas de experimentos fallidos, de las guerras exportadas, de las intrigas políticas a nivel internacional, de las malas alianzas y de las buenas profecías irrealizadas, que constituyen las más duras lecciones para los cubanos.
De nada vale a estas alturas y en estas cruciales circunstancias, enmascarar nuestra realidad tras las desventuras de otros, como pretende hacer la servil prensa oficialista: ni la catástrofe de Haití, ni el 'golpe' de Honduras, ni la crisis económica mundial, ni el pretendido ocaso capitalista, ni la eterna y socorrida maldad del imperialismo norteamericano pueden ocultar la verdad incuestionable del fracaso de este sistema.


SinEvasión

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2 comentarios:

Andy dijo...

No dice hacia dónde es que van bien...

Pablito dijo...

El experimento social contranatura de un loco al que nadie pudo frenar.